El Europeo de 2025 representa una oportunidad única para el equipo femenino de fútbol para ciegas que aspira a participar en esta importante competición. La clave para lograrlo reside en que más chicas se lancen a jugar, según las propias integrantes del equipo. Este grupo de deportistas ha demostrado una dedicación excepcional y un talento innegable, superando obstáculos y desafíos para alcanzar sus metas deportivas. Ahora, buscan inspirar a más mujeres a unirse a esta disciplina y sumarse a la lucha por representar a su país en el torneo europeo. La visibilidad de este equipo no solo promueve la inclusión en el deporte, sino que también destaca la importancia de la igualdad de oportunidades para todas las personas, independientemente de sus circunstancias.
Equipo femenino de fútbol para ciegas sueña con representar a España en el Europeo
Un total de ocho jugadoras con discapacidad visual y otras dos sin ella (las porteras) sueñan con representar a España en el campeonato europeo de fútbol femenino para personas ciegas que se disputará en 2025. Acaban de terminar su concentración en el Centro de Recursos Educativos (CRE) que la ONCE tiene en Madrid con “muy buenas sensaciones”, y junto a su entrenador, Julián Martín, desgranan sus expectativas y retos de cara al futuro inmediato.
Jugadoras con discapacidad visual buscan expandir el fútbol femenino para ciegas en España
María Gómez y María Lermos, ambas malagueñas, y Silvia Rodríguez, de Badajoz, coinciden en que “ha sido un placer jugar juntas” y “disponer de tanto tiempo para entrenar”. La razón es que el fútbol femenino para personas ciegas no está tan extendido como el masculino, y en la actualidad, solo en la ciudad de Málaga se organizan talleres semanales para las chicas.
Desafíos y esperanzas del equipo femenino de fútbol para ciegas rumbo al Europeo
El reto, según Martín, pasa por que “esta iniciativa se extienda a muchas más ciudades, para que las mujeres interesadas puedan practicar este deporte y jugar de forma regular. Este sería el primer paso de cara a organizar “una liga o competición regular”, aseveró. De edades muy distintas -entre 21 y 41 años-, dos de ellas jugaban ya al fútbol antes de afiliarse, y la tercera practicaba el fútbol sala para personas con discapacidad visual.
En su opinión, ayudó mucho el cambio de reglamento que permitió jugar juntas a las mujeres ciegas totales con aquellas que tienen discapacidad visual grave. De lo contrario, no salían equipos.
Para Martín, son muchas las razones que explican la menor participación femenina en el fútbol de ciegos, igual que en el resto de deportes”. Sin embargo, las cosas están cambiando y cada vez más chicas, sobre todo las jóvenes, se interesan por el fútbol. Esta es la esperanza del equipo femenino de fútbol para personas ciegas, que aspira a llevar a España a lo más alto en esta disciplina.
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