¿Es aconsejable llevar a nuestro perro a todos lados? Algunos sitios pueden no ser ideales por la cantidad de gente, ruido y superficies resbalosas
La relación entre humano y perro es única y especial, y muchos dueños de mascotas desean llevar a sus compañeros caninos a todos lados. Sin embargo, no todos los sitios son aptos para nuestros amigos de cuatro patas. En este artículo, exploraremos los lugares que pueden no ser ideales para llevar a nuestro perro, debido a factores como la cantidad de gente, ruido y superficies resbalosas. A continuación, analizaremos las razones por las que debemos ser cuidadosos al elegir los lugares que visitamos con nuestros perros y cómo podemos asegurarnos de que nuestras salidas sean seguras y disfrutables para todos.
¿Es seguro llevar a nuestro perro a todos lados? Expertos alertan sobre sitios no ideales
En la sociedad actual, es cada vez más común ver a personas que buscan compartir experiencias y momentos con sus animales de compañía. De hecho, en los últimos años han surgido cada vez más hoteles, restaurantes y lugares turísticos que admiten la entrada de perros, facilitando su integración en los espacios públicos.
Centros comerciales como el X-Madrid o el Arturo Soria Plaza, restaurantes, cadenas de hoteles como B&B, NH o Ibis e incluso museos y lugares turísticos como el castillo de Gaztelugatxe o el Museo de Historia Natural de Madrid, son algunos ejemplos de lugares a los que hoy en día podemos acudir con nuestros compañeros de cuatro patas.
De hecho, nuestras mascotas se han convertido en parte de nuestra familia, han pasado a considerarse seres sintientes y cada vez están más protegidos por la ley. Esto llega hasta tal punto que no es de extrañar ver cómo han aparecido otras actividades lúdicas a las que podemos acudir con nuestros peludos como el cine o los escape rooms.
Respetar el bienestar canino
Pero, ¿es realmente adecuado para nuestros compañeros de cuatro patas ir siempre a nuestro lado y visitar todos estos lugares con nosotros? La experta en comportamiento canino, Sonia Losada, explica que no debemos olvidarnos de que nuestros perros son, precisamente, perros.
Antes de llevarlo a cualquier sitio hay que adaptarlo, explica la educadora canina. Tiene que acostumbrarse para evitar que lo pase mal y que todo se vuelva más complicado. Que un lugar sea pet-friendly solo significa que puede entrar, no que sea adecuado para los perros.
La experta en comportamiento canino cuenta que los sitios con mucha gente, ruido y suelo resbaladizo no son adecuados. Está bien que podamos llevarlos pero aquí entra el sentido común de los tutores a la hora de decidir dónde ir con ellos y cuándo dejarles en casa.
La educadora canina también opina sobre la nueva moda de ir al cine con perro. La música es alta, hay muchas luces y todo retumba. La película es para nosotros, no para los perros y, de hecho, en sitios así podemos contribuir al deterioro del oído o la vista del perro, argumenta.
Respecto a las manifestaciones, Losada explica que, si acuden animales (o se trata de una relacionada con los mismos) entonces éstas tendrían que ser silenciosas. Ni cánticos, ni megáfonos y pudiendo parar cuando quiera el animal a olfatear o hacer sus necesidades. Si no podemos garantizarle esto, entonces mejor lo dejamos en casa, defiende.
Humanización de los perros
La experta en comportamiento canino insiste en que no debemos humanizar a nuestros perros y defiende que hay que llegar a un equilibrio. No consiste en tener perros semihumanos, si no en ser nosotros más perro, explica.
El perro va a seguir siendo perro y va a hacer cosas propias de la especie, nos guste o no. Esto hay que tenerlo en cuenta porque para convivir con nuestros perros es importante conocer la especie, agrega.
Por este mismo motivo Losada explica que hay que trabajar el ir a todos los sitios poco a poco, como se hace con las visitas al veterinario. Primero cinco minutos, luego diez, siempre intentando que sea en horarios con poca gente y procurando que todo sea amigable, agradable en cuanto a temperatura y reforzando positivamente, aconseja.
Y por supuesto, hay que valorar cómo lo pasa el perro y trabajarlo porque, habrá perros más tranquilos y que se adapten mejor que otros, añade la educadora.
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