¿Es verdadero que nos afecta la digestión al bañarnos después de comer? Un especialista desentraña la verdad detrás del mito

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¿Es verdadero que nos afecta la digestión al bañarnos después de comer? Un especialista desentraña la verdad detrás del mito

Desde hace décadas, se ha creído que bañarse después de comer puede tener graves consecuencias para nuestra salud, afectando negativamente la digestión. Sin embargo, ¿hay algún fundamento científico detrás de esta creencia? ¿Es solo un mito o hay algo de verdad en él? En este artículo, un especialista en nutrición nos brinda su perspectiva y nos revela la verdad detrás de esta creencia popular. A continuación, descubriremos si el hábito de bañarse después de comer puede generar problemas de salud o si se trata solo de una superstición sin base científica.

Desmitificando el mito: No hay que esperar a comer para bañarse

Una de las frases más escuchadas por los niños durante el verano es que después de comer es necesario esperar un par de horas antes de volver al agua, para evitar así un corte de digestión. Sin embargo, la ciencia confirma que esta idea está muy extendida y es solo un mito.

Para aclarar estas dudas, el sanitario y divulgador de primeros auxilios, Miguel Assal, ha publicado un video en sus redes sociales, explicando lo que nos puede suceder al bañarnos después de comer.

La verdad sobre la hidrocución

La verdad sobre la hidrocución

Gracias a este mito tan extendido, Assal ha aprovechado para hablar de un problema real muy poco conocido: la hidrocución. Comúnmente esta dolencia es conocida como un corte de digestión, pero en realidad la hidrocución es un shock causado por una diferencia térmica, sin estar relacionado con la ingesta de comida.

Los cambios de temperatura causan que los vasos sanguíneos se estrechen, un menor flujo de sangre al cerebro, que caiga tu tensión arterial, te desmayas y te ahogas, advierte el sanitario. También destaca que en casos de extrema gravedad podría provocar un fallo respiratorio cardíaco.

Solución sencilla

Para evitar estas posibles complicaciones, Assal comparte un método sencillo al que se refiere como técnica de la abuela. Esta solución consiste en echarse agua en diversas partes del cuerpo (cuello, brazos, axilas e ingles) antes de sumergirse entero.

Con esta técnica no te pasará nada, afirma el experto. Además, confirma que el riesgo de hidrocución, tras entrar de forma brusca en el agua, no depende de si hemos comido o no antes de bañarnos.

La comida no es el único factor

A pesar de lo explicado por Assal, él mismo destaca que una comida copiosa podría incrementar el riesgo, pero no hay base científica de que esto por sí solo sea el causante. Por ello, un exceso de comida si es un factor de riesgo, pero una ingesta moderada no debería incrementar las posibilidades de sufrir una hidrocución.

Laura Ramírez

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