- España destina 17 millones de euros para desarrollar una sonda de tamaño reducido, similar a una lavadora, que se autodestruya después de 12 horas en el espacio
- España destina millones de euros a desarrollar sonda autodestructiva para espacio
- El problema de la basura espacial
- La misión DRACO
- La tecnología detrás de DRACO
- Recuperación de datos
- Impacto en España
España destina 17 millones de euros para desarrollar una sonda de tamaño reducido, similar a una lavadora, que se autodestruya después de 12 horas en el espacio
En un ambicioso proyecto, España se compromete a invertir 17 millones de euros en el desarrollo de una sonda de tamaño reducido, similar en tamaño a una lavadora, que tiene la capacidad de autodestruirse después de 12 horas en el espacio. Este innovador proyecto tiene como objetivo reducir los costos y el riesgo asociados con las misiones espaciales, al mismo tiempo que aumenta la eficiencia y la sostenibilidad en la exploración del espacio. La agencia espacial española espera que esta tecnología revolucionaria permita a España liderar la vanguardia en la investigación espacial y contribuir significativamente a la avanzada científica en este campo.
España destina millones de euros a desarrollar sonda autodestructiva para espacio
La Agencia Espacial Europea (ESA) lanza la misión DRACO, un experimento de reentrada de escombros que busca estudiar la reentrada de desechos espaciales en la atmósfera y desarrollar una tecnología para desintegrar satélites y reducir la basura espacial.
El problema de la basura espacial
Según la ESA, actualmente hay en la órbita de la Tierra más de un millón de objetos que se consideran desechos espaciales, definidos como todos los objetos artificiales no funcionales, incluidos los fragmentos y elementos de los mismos, en órbita terrestre o que vuelven a entrar en la atmósfera terrestre.
La basura espacial es el resultado de los aproximadamente 6.740 lanzamientos realizados desde el comienzo de la era espacial, de los cuales solo unos 10.200 funcionan.
La misión DRACO
La misión DRACO (Destructive Reentry Assessment Container Object) tiene como objetivo principal construir una cápsula que alcance la órbita terrestre solo para volver a entrar a la atmósfera a morir horas después, enviando su valiosa telemetría del proceso.
La ESA ha firmado un contrato de 17 millones de euros con Deimos Space, una empresa con sede en España, para desarrollar el satélite de la misión DRACO en Puertollano, en la provincia de Ciudad Real.
El lanzamiento de la misión DRACO está previsto para 2027 y supondrá la primera demostración mundial de un proceso de desintegración controlada en la atmósfera terrestre.
La tecnología detrás de DRACO
El satélite DRACO, de unos 200 kilos de peso y del tamaño de una lavadora, no tendrá un sistema de propulsión ni sistemas de navegación y comunicación conectados, ya que no se controlará directamente.
DRACO aprovechará el empuje del cohete con el que se lance para alinearse para una reentrada rápida. Tras un vuelo de no más de 12 horas, durante el cual alcanzará una altitud máxima de 1.000 kilómetros, la sonda reentrará sobre una zona deshabitada del océano.
Los sensores de Draco medirán las temperaturas, evaluarán la tensión en las diversas partes del propio satélite y registrarán la presión circundante. Cuatro cámaras adicionales apuntarán a la nave espacial para observar la destrucción y recopilar información contextual.
Recuperación de datos
La clave para recuperar los datos que recopile la misión es que esta sonda deberá integrar una pequeña cápsula, de aproximadamente 40 centímetros, que sobreviva a las condiciones extremas de la reentrada en la atmósfera.
La cápsula podría girar y caer a gran velocidad, pero tiene que ser capaz de abrir un paracaídas independientemente de su orientación y velocidad inicial, indican desde la ESA.
Una vez desplegado el paracaídas, la cápsula descenderá más suavemente, lo que le permitirá conectarse con un satélite geoestacionario situado por encima para transmitir los datos recogidos.
Impacto en España
El contrato de 17 millones de euros no solo impulsará la tecnología espacial en Europa, sino que también duplicará la plantilla de Deimos en Puertollano, alcanzando los 80 trabajadores, principalmente ingenieros.
Además, se construirá una instalación de cámara limpia de 400 metros cuadrados en la ciudad para integrar el satélite.
El proyecto pondrá a España —y a un pequeño municipio como Puertollano— en el mapa del sector aeroespacial, demostrando que en el New Space hay también lugar para otras compañías más allá de los gigantes que cada día cubren las portadas de la prensa.
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