En un contraste paradójico, España se erige como un líder en el reciclaje de plásticos, con un índice de reciclaje del 44,6%, muy por encima de la media europea. Sin embargo, a la vez, el país se encuentra entre los mayores contaminadores plásticos del Mediterráneo, con una gran cantidad de residuos plásticos que acaban en los océanos y mares. Esta contradicción es preocupante, ya que, a pesar de los esfuerzos por reducir la cantidad de plásticos que se desechan, la producción y consumo de plásticos sigue siendo alto. En este artículo, exploraremos las razones detrás de esta paradoja y cómo España puede mejorar su estrategia para combatir la contaminación plástica.
La doble cara de España en la lucha contra la contaminación plástica
Al degradarse en el ambiente, los plásticos generan una serie de partículas minúsculas que pueden filtrarse a nuestro organismo a través de la alimentación.
Según un informe de Plastics Europe, España es líder en la Unión Europea en reciclaje de plásticos, pero, al mismo tiempo, sigue siendo uno de los países que más desechos plásticos envía directamente a la basura.
Un líder en reciclaje, pero un detractor en la lucha contra la contaminación
En 2022, España produjo 5.284 kilotoneladas de plásticos, un 2,4% menos que el año anterior. La proporción de plásticos circulares en la producción total fue del 21,7%, superior a la media europea del 19,7%.
La recogida y tratamiento de plásticos desechados fue por primera vez selectiva en lugar de mixta, lo que permitió reciclar hasta ocho veces más. Esta mejora en la recogida incrementó la cantidad de plásticos reciclados, que superó el millón de toneladas.
La tasa española de reciclaje fue del 38%, la segunda de Europa. Sin embargo, España se situó también muy por encima de la media de la UE en cuanto a los niveles de depósitos de plástico en los vertederos, es decir, aquellos que se mandan a la basura en lugar de a reciclar.
Un problema pendiente para España
La cantidad de plásticos que se envían a la basura en lugar de a reciclar aumentó un 2,5% en 2022. Esta cifra sigue siendo una asignatura pendiente para España, según Plastics Europe.
Además, la tasa de incineración de plásticos fue del 22,8% superior en 2022, lo que evidencia que aún se están desperdiciando valiosos esenciales para la transición del sector.
Una estrategia para la transición del sector
La industria europea del plástico ha presentado una estrategia para la transición de este sector, que advierte de que los plásticos siguen siendo irremplazables y esenciales para muchos sectores.
El sector europeo del plástico se ha fijado como objetivos reducir las emisiones que provoca en un 28% para 2030, hasta las cero emisiones netas en 2050 y una sustitución gradual de plásticos de origen fósil que llegue al 25% en 2030 y al 65% en 2050.
El coste que se calcula para lograr estos objetivos es de 235.000 millones y se pide apoyo político explícito para que se establezca en la UE un sistema común de gestión de residuos e inversiones para infraestructuras de reciclaje químico.
La situación en España
En España, la agricultura fue el segundo sector que más utilizó plásticos y el primero en reciclarlos (43,4% de 348 kt), seguido del sector de la edificación y construcción, que recicló el 29,4%).
Los sectores de la automoción, artículos para el hogar, ocio y deporte y equipamiento eléctrico y electrónico también fueron importantes usuarios de plásticos.
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