¿Estás tomando un baño de sol o nadando en la piscina este verano? No te olvides de protegerte de la alergia al cloro, una de las más comunes en esta

¿Estás tomando un baño de sol o nadando en la piscina este verano? No te olvides de protegerte de la alergia al cloro, una de las más comunes en esta estación

Con la llegada del verano, muchos de nosotros buscamos refrescarnos en las piscinas o disfrutar del sol en playas y parques. Sin embargo, es importante recordar que durante esta época del año, la alergia al cloro se convierte en una de las más comunes. El cloro, un elemento químico utilizado para desinfectar el agua, puede causar reacciones alérgicas en personas sensibles, lo que puede arruinar tus planes de verano. En este artículo, te brindaremos consejos y recomendaciones para protegerte de esta alergia y disfrutar al máximo de tus actividades al aire libre.

Protega tu salud este verano: no te olvides de protegerte de la alergia al cloro en las piscinas

Hay épocas del año en las que ciertas dolencias son más frecuentes que otras, como los resfriados y catarros en invierno y las alergias al polen en primavera. Sin embargo, las alergias o molestias producidas por el cloro son más típicas del verano, especialmente en España, donde son semanas de mucho calor en las que pocos pueden resistirse a un buen chapuzón que les ayude a refrescarse.

Aunque cada vez son más las piscinas que han dejado el cloro abandonado para optar por otras opciones, como las piscinas de sal, todavía hay muchas que emplean este compuesto irritante para desinfectar el agua. En grandes cantidades, puede provocar reacciones de sensibilidad que no siempre son necesariamente una alergia al cloro. Quienes son alérgicos también lo son a las pequeñas concentraciones, como las que hay en el agua del grifo, reaccionando tanto si la beben como si se ponen ropa que ha sido lavada con ella.

¿Cómo saber si tienes alergia al cloro?

Los síntomas más frecuentes de la alergia al cloro son:

• Irritación en los ojos, haciendo que se vean más rojos.
• Molestias respiratorias, que pueden presentarse con tos y estornudos, pero también con problemas respiratorios similares a una crisis asmática.
• Eccemas en la piel, normalmente eccemas flexurales, que aparecen en las zonas que tienen pliegues: detrás de las rodillas, delante del codo, en los párpados…
• Mareos, náuseas e incluso vómitos, desorientación, malestar general, dolor de cabeza, picor y sequedad en la piel.

Tratamientos para la alergia al cloro

En los casos en los que se producen sensibilidades al cloro de manera habitual, lo mejor siempre es la prevención. Algunas medidas preventivas son:

• Usar gafas para proteger los ojos del agua.
• Evitar los baños demasiado largos.
• Ducharse antes y después del baño en la piscina.
• Aplastar crema hidratante antes y después de estar en contacto con el cloro.
• Evitar tragar agua, especialmente en el caso de los niños más pequeños.

Si los síntomas que aparecen son respiratorios, será necesario seguir las pautas que marque el profesional sanitario al que se acuda, o seguir los tratamientos habituales en caso de haber sido diagnosticado previamente de asma y rinitis alérgica. Para la irritación de los ojos, antes del tratamiento médico, se pueden aplicar compresas frías para calmar las molestias, así como el uso de suero fisiológico. En el caso de las afecciones de la piel, la crema hidratante es lo mejor, aunque en ocasiones se pueden recetar antihistamínicos por vía oral para calmar el picor.

En cualquier caso, ante síntomas y molestias que puedan indicar una intolerancia o alergia, lo mejor siempre es consultar con un experto que pueda pautarnos el mejor tratamiento y darnos las herramientas necesarias para evitar que vuelva a pasar.

Recuerda, tu salud es lo más importante. ¡Protega tu salud este verano!