Explora el Trágico Destino del Titanic con una Experiencia Inmersiva en Madrid: Un Paseo Virtual a Bordo de la Iconica Nave

Explora el Trágico Destino del Titanic con una Experiencia Inmersiva en Madrid: Un Paseo Virtual a Bordo de la Iconica Nave

Prepárate para vivir una experiencia emocionante y inmersiva en el corazón de Madrid, donde podrás explorar el trágico destino del Titanic como nunca antes. Esta experiencia virtual te transportará a bordo de la icónica nave, permitiéndote descubrir los detalles más impactantes de su historia. Con la ayuda de tecnologías de vanguardia, podrás caminar por los pasillos y cubiertas del Titanic, presenciar la vida cotidiana a bordo y descubrir los momentos críticos que llevaron a su trágico hundimiento. No te pierdas esta oportunidad de vivir una aventura histórica y emocionante en el centro de Madrid.

Vive la Tragedia del Titanic: Una Experiencia Inmersiva en Madrid

La leyenda del Titanic ha desembarcado en Madrid. Una exposición inmersiva convierte a los visitantes en pasajeros del desafortunado transatlántico, en una experiencia de realidad virtual desplegada en los 2000 metros cuadrados de la Nave 16 de Matadero, el espacio idóneo para este tipo de exposiciones en la capital.

Lo bueno es que nadie podrá reprocharnos, a estas alturas, hacer un 'spoiler'. Sí, el barco se fue a pique. El Titanic se hundió el 15 de abril de 1912 en las gélidas aguas del Océano Atlántico, tras chocar con un iceberg, pero la orquesta siguió tocando hasta el final, como veremos.

Explora el Destino del Titanic en Una Sala de Realidad Virtual

'La Leyenda del Titanic' permite a sus visitantes revivir uno de los eventos más impactantes del siglo pasado de una manera inmersiva única en Matadero Madrid.

Los visitantes entran en situación rápidamente, atravesando un pasillo de distribución de camarotes hasta llegar a un salón donde se muestran retratos de aquellos que viajaban en aquel inmenso buque. Es la dimensión humana de la tragedia, que se nos muestra con rostros y nombres. La mayoría eran personas adineradas, capaces de pagar hasta 130.000 euros, al cambio actual, por un billete de primera clase. 2208 personas iban a bordo, entre viajeros y tripulación, de los cuales sólo sobrevivieron 712.

Alrededor de algunos objetos, instrumental y piezas que se muestran en vitrinas, que pudieron formar parte del Titanic, encontramos fotografías e historias personales de algunos pasajeros. Entre ellos varios españoles, como aquel hostelero de Barcelona, Julián Padró, acompañado por su novia, Florentina Durá. Habrían pagado entre 700 y 2000 euros por sus respectivos pasajes de segunda clase y ambos se salvaron; o el empresario de Avilés, Servando Ovies, que vendía ropa y telas en Cuba. Su intención era enlazar en Nueva York con otro barco que le llevaría a La Habana, pero nunca consiguió hacerlo.

Un Paseo Virtual a Bordo del Iconico Barco: La Leyenda del Titanic

En la gran sala inmersiva de Matadero seguimos la aventura completa del Titanic a través de un audiovisual que dura una media hora y se proyecta en 360º, incluyendo el suelo. En él asistimos al montaje en los astilleros de Belfast, la botadura del gran buque y luego la partida desde el puerto de Southampton.

Una vez en alta mar, nos asomamos a la cubierta con un sol resplandeciente y conocemos todos los rincones del barco, de la mano de una niña bastante intrépida. Nos adentramos en la sala de calderas, donde los carboneros alimentaban los 129 hornos con que contaba el Titanic; o recorremos las estancias más refinadas, decoradas en estilo Versalles.

En el salón principal se viven las consecuencias del impacto con el iceberg, y la sala parece anegarse e inclinarse poco a poco, en un espectacular efecto que casi nos lleva a comprobar si nuestros zapatos están mojados. Desde un bote salvavidas observamos cómo el buque desaparece tras partirse y seguimos los restos hacia su destino final en un ambiente mágico.

Descubre la Historia del Titanic en Una Experiencia de Realidad Aumentada

El Titanic sólo disponía de veinte botes salvavidas, con capacidad máxima de sesenta y cinco pasajeros cada uno, que fueron ocupados mayoritariamente por mujeres y niños. Los primeros botes que fueron bajados a superficie, más de una hora después de la colisión, no se consiguieron llenar por completo, ya que muchas personas preferían permanecer en un transatlántico que se consideraba insumergible, antes que subirse a una pequeña barca, con una temperatura exterior de cero grados.

Pero la situación fue cambiando con el transcurrir del tiempo, y a partir de la 1:30 la angustia por conseguir una plaza en los botes fue en aumento. A las 2:18 el Titanic se partió en dos pedazos y en un par de minutos desapareció por completo.

En el recorrido de la exposición no falta un merecido y entrañable homenaje a la mítica orquesta del Titanic, mediante una pieza que se disfruta en unos asientos giratorios para evitar caer de bruces con las gafas de realidad virtual.

Quizás lo más espectacular de esta exposición sea el paseo virtual por el barco. Provistos de gafas de realidad virtual, nos adentramos en un metaverso que nos conduce en submarino, haciendo un viaje en el tiempo, hasta la gran escalera del salón principal del RMS Titanic.

Caminando con precaución para no toparnos con el resto de visitantes, recorremos la cubierta en una tarde soleada, asistimos a las conversaciones entre pasajeros que se encuentran en el precioso Café Parisien, nos colamos en un camarote de primera clase donde dos señoras eligen vestimenta para la cena, o bajamos a la inmensa sala de máquinas donde casi sentimos vértigo.

El paseo acaba cuando el capitán nos despide deseándonos buen viaje y un operario nos ordena quitarnos las gafas. No se resistan.

Para finalizar, nada mejor que hacernos una fotografía en un set que recrea la proa del barco. Podemos emular a Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, cuando aprendían a volar como tortolitos en la película de James Cameron, Titanic.

Antes de abandonar el Titanic sanos y salvos, conversamos con Marcos Cámara, CEO de Som Produce, una de las tres empresas que conforman MAD Madrid Artes Digitales, junto a Stardust International y Layers of Reality. Ellos son los artífices de esta exposición, así como de las anteriores inmersivas, dedicadas a Tutankamón y Pompeya.

El metaverso del Titanic es la mayor diferencia con respecto a lo que habíamos hecho antes, ya que ofrecemos un recorrido mayor, para que la gente sea consciente de las dimensiones, y hemos mejorado la calidad y los contenidos, nos indica. En la sala inmersiva hemos creado unos personajes para que transmitan un poco más lo que fue estar allí.

Le preguntamos por las novedades técnicas que este tipo de exposiciones pueden presentar en el futuro, por ejemplo gracias a la Inteligencia Artificial. ¿Podremos conversar con los personajes con los que nos encontramos en el metaverso?, ¿con esas dos señoras a las que encontramos en un camarote? ¡Estamos trabajando en ello! -nos reconoce entre risas-, pero, de cara a las siguientes exposiciones, lo más importante son los guiones y, a partir de ahí, buscar qué elementos tecnológicos podrían ayudarnos a contar algo de una manera que no se haya visto antes.

El Titanic es un símbolo de que el mejor, el que más presume, el más preparado, se puede ir a pique en un momento. Que por cometer errores tontos puedes cargarte el trabajo de muchos años, advierte antes de despedirnos. Buena conclusión para afrontar cualquier reto, ya sea simple o tan ambicioso como esta exposición inmersiva que, seguro, va a convertirse en referente del ocio en Madrid, durante esta temporada.