En un nuevo desarrollo en el panorama político español, Junts y PNV han manifestado su apoyo a la reforma de la ley de secreto de las investigaciones, lo que supone un paso adelante en la búsqueda de mayor transparencia en los procesos judiciales. Sin embargo, ambos partidos políticos han dejado claro que negociarán más enmiendas para asegurarse de que la reforma se ajuste a sus expectativas. Por otro lado, Podemos ha exigido que se establezca una fecha límite para la utilización de balones de goma en las investigaciones, una práctica que ha generado controversia en el pasado. La reforma de esta ley es un tema de gran importancia para la opinión pública y los partidos políticos, y su desarrollo será objeto de gran atención en las próximas semanas.
Reforma de la ley de secreto de investigaciones: Junts, PNV y Podemos exigen cambios
La largamente pospuesta reforma de la ley mordaza se reactivó este jueves con el anuncio del acuerdo entre PSOE, Sumar y EH Bildu, pero al Gobierno no le basta únicamente el apoyo de los abertzale para sacarla adelante de una vez por todas. El Ejecutivo necesita en esta materia el voto favorable de todos sus socios parlamentarios.
Y, aunque ninguno de ellos se ha descolgado de primeras al conocer el pacto, tanto Junts como PNV y Podemos ya han anunciado que no se conforman con el texto que se ha dado a conocer y que aspiran a introducir sus propias medidas en la norma final.
La negociación continúa abierta
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, insistió en que la negociación continúa abierta. Nos alegramos de que se vaya a volver a debatir la iniciativa, pero nos reservamos el derecho a presentar enmiendas porque el principio de autoridad debe mantenerse y es fundamental para el orden público y el respeto a la policía, explicó Esteban.
Para el PNV, es necesario un examen más detallado del acuerdo en esos puntos. A los nacionalistas vascos, por ejemplo, no les convence que pase a ser falta leve —de 100 a 600 euros de multa— en lugar de grave —hasta 30.000 euros— la desobediencia, la manifiesta resistencia a la autoridad o la negativa a identificarse ante un agente de la ley.
Junts y Podemos también exigen cambios
Junts se expresó en una línea similar a la del PNV: apoyan la reforma de la ley mordaza, pero también presentarán y exigirán que se negocien sus propias enmiendas. La ley mordaza es una ley represiva aprobada por la mayoría absoluta del PP en 2015 y Junts ha defendido siempre su derogación, sostuvo la formación independentista en un comunicado.
Quien se mostró más crítico con el acuerdo fue Podemos, que denunció que lo pactado por los abertzale con los partidos que componen el Gobierno no se puede llamar derogación de la ley mordaza, porque se queda muy corto. No se prohíben las balas de goma y continúan las devoluciones ilegales de personas: es un retoque muy estético, pero que no aborda las grandes cuestiones que a nuestro juicio deberían eliminarse, espetó el secretario de Organización morado, Pablo Fernández.
En concreto, lo que no gusta a Podemos del pacto relativo a las pelotas de goma no es tanto que no se plantee prohibir su uso como material antidisturbios, sino que se establezca que se sustituirá progresivamente por otros medios menos lesivos sin que esa medida vaya acompañada de un calendario para su aplicación.
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