La adicción a la tecnología se desplaza a las vacaciones: Cuerpo y mente perciben la inactividad como una amenaza

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La adicción a la tecnología se desplaza a las vacaciones: Cuerpo y mente perciben la inactividad como una amenaza

En una época en la que la tecnología se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas, la adicción a los dispositivos electrónicos no parece ser exclusiva del ámbito laboral o cotidiano. De hecho, según un reciente estudio, las vacaciones, tradicionalmente concebidas como un momento de relajación y desconexión, también se ven afectadas por esta adicción tecnológica. Resulta que, paradójicamente, nuestro cuerpo y mente perciben la inactividad como una amenaza, lo que nos lleva a mantenernos conectados a nuestras pantallas incluso en momentos de descanso. ¿Cuáles son las consecuencias de esta adicción en nuestra salud y bienestar?

La adicción a la tecnología se desplaza a las vacaciones: ¿Por qué no podemos desconectar?

Ya lo decía el sociólogo Zygmunt Bauman cuando hablaba de su famosa teoría de la modernidad líquida, en la que ponía de manifiesto el constante cambio que sufren las personas actuales, siempre en búsqueda de una identidad. El polaco hacía uso de la metáfora para afirmar con rotundidad que lo líquido (en referencia a las personas, el mundo, las relaciones.) no se fija en el espacio ni se ata al tiempo, se desplaza con facilidad y no es posible detenerlo fácilmente. Algo que podría extrapolarse al mismo cerebro humano.

El ritmo de vida frenético ligado al trabajo se ha convertido, para muchos, en un hándicap fuera de las paredes de la oficina. Los empleados de hoy, ligados al ambiente laboral a través de todo tipo de dispositivos móviles, pueden llegar a convertirse en seres ansiosos incapaces de desconectar de ninguna manera. Algo que ya ha sido bautizado con nombre propio: síndrome de la hamaca, o lo que es lo mismo, la incapacidad total de romper con lo que tiene que ver con el empleo y de adaptarse al calmo y sosegado ritmo de las vacaciones de verano.

El síndrome de la hamaca: la incapacidad de desconectar

El síndrome de la hamaca: la incapacidad de desconectar

El síndrome de la hamaca se genera cuando se pasa de un día a día en el que hay mucha tensión, con rutinas relativamente rígidas y con un ritmo de vida bastante rápido a no tener obligaciones y contar con tiempo libre, explica , psicóloga y coordinadora de la Asociación Nacional de Psicólogos en Acción (ANPSA). Llegamos a tener prisa hasta por estar de vacaciones, sin darle tiempo al cerebro para adaptarse. Además, el trabajo suele dar una sensación de propósito, de ser productivos. y en las vacaciones no sabemos cómo reproducir eso cuando, en realidad, se tiene que hacer lo contrario.

Almudena Molinero, psicóloga coach especialista en ansiedad, va un poco más allá. Para ella, las personas que sufren este problema tienen un nivel de autoexigencia muy alto y son perfeccionistas, están a todo, son controladores y se mantienen en un estado de estrés crónico que puede llevar a la ansiedad. están dando el 200% todo el día, lo que lleva al sistema nervioso autónomo a no saber diferenciar cuándo se está relajado.

Culpabilidad y vergüenza

Este estado de alerta perpetuo lleva a la persona a un proceso de adaptación que requiere de varios días. Cuando decide relajarse, ni el cuerpo ni la mente saben que tienen que hacerlo, es más, ven como una amenaza estar parado. Molinero pone de manifiesto que algunos de sus pacientes sufren este problema, llegando a tener una crisis de ansiedad cuando toca relajarse.

Algunos tienen la creencia limitante de que exigiéndose muchísimo van a conseguir aquello por lo que los demás les van a validar y esto es un error, sentencia y pone el foco en los llamados pensamientos intrusivos, como el sentimiento de culpabilidad e incluso vergüenza por no estar haciendo nada a nivel profesional durante las vacaciones.

La hiperconexión y el uso de pantallas

Además, Flores Pinel también hace hincapié en la hiperconexión en la que se vive en la actualidad. Tenemos esas rutinas tan rígidas de mirar el correo, mirar el WhatsApp, y al final puede continuar en vacaciones. No hay que caer en esto. Algo que también aconseja Molinero. Hay que hacer un uso mínimo de las pantallas. El teléfono controla nuestras vidas y todo esto tiene que quedar fuera en vacaciones, incluso para mirar cosas personales.

La solución al síndrome de la hamaca

Debemos tener cuidado a la hora de usar términos como depresión vacacional. Hay que normalizar y naturalizar ciertas experiencias de malestar, contextualizarlas adecuadamente y no utilizar términos clínicos que corren el riesgo de psicopatologizar reacciones comunes y normales de la vida cotidiana, asevera Javier Prado Abril, presidente de la Sociedad Española de Psicología Clínica y psicólogo clínico adjunto en el Hospital Universitario Miguel Cervés de Zaragoza.

Tanto Molinero como Flores Pinel apuntan a que la solución al síndrome de la hamaca y sus posibles consecuencias, como la ansiedad, comienza por realizar actividades, además de comer de manera saludable y no llevar una vida sedentaria. También buscar la espontaneidad en las actividades que se realicen y no poner el despertador.

Por su parte, Prado Abril reconoce que normalmente las vacaciones tienen que ver con descansar, aunque también pueden tener una gran actividad, y hay un marcado contraste en lo que es la rutina laboral y lo que son las rutinas en las vacaciones, especialmente en verano. Entonces, hay un efecto de contraste que necesariamente influye.

Debemos asumir y concienciarnos de que el trabajo quizá implica riesgos y establecer una decisión personal sobre qué relaciones queremos mantener con él. Es desde las condiciones laborales donde hay que resolver los problemas emocionales o psicológicos que surjan relacionados con ellos.

Susana Vidal

Soy Susana, redactora de la página web Diario Online, un periódico independiente de actualidad nacional española. Mi pasión por la escritura y la veracidad de la información me lleva a investigar a fondo cada noticia que publicamos. Con un enfoque objetivo y crítico, me esfuerzo por ofrecer a nuestros lectores contenidos relevantes y de calidad. Mi compromiso es mantener informada a la sociedad española, abordando temas de interés público con profesionalismo y ética periodística. ¡Gracias por seguirnos en nuestra plataforma digital!

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