La aldea portuguesa de Casal Mundinho es salvada 'in extremis' del incendio
En un dramático giro de los eventos, la pequeña aldea portuguesa de Casal Mundinho ha sido salvada 'in extremis' de las llamas que amenazaban con destruirla por completo. El incendio, que se declaró en la zona en las primeras horas del día, había alcanzado un punto crítico, con llamas de varios metros de altura y un viento fuerte que dificultaba el trabajo de los bomberos. Sin embargo, gracias a la rápida intervención de las autoridades y la valentía de los equipos de emergencia, se logró contener el fuego y evitar la catástrofe. A continuación, se presentará un informe detallado sobre los hechos y las consecuencias del incendio.
Aldea portuguesa salvada por bomberos y vecinos
Casal Mundinho, una pequeña aldea portuguesa con apenas 50 habitantes, vivió horas de mucha tensión este mediodía debido a la proximidad de un gigantesco frente de llamas que se aproximaba por la zona alta del pueblo.
Según pudo constatar Efe, la aldea disponía apenas de un contingente de tres pequeños tractores con bidones de agua, lo que hacía que la situación pareciera desesperada.
La lucha contra el fuego
En esta localidad, ubicada en el municipio de Mangualde (distrito de Viseu, región Centro del país), algunos agricultores se afanaban por sacar a las ovejas de los apriscos y con mangueras regaban las montañas de pacas de paja que tenían apiladas, ya que el fuego estaba muy próximo.
Algunas personas huían de la aldea, mientras agentes de la Guardia Nacional Republicana (GNR) les pedían que mantuvieran la calma.
En la zona de las llamas, que habían alcanzado un pinar a las puertas del casco urbano, había varios miembros voluntarios del Servicio de Protección Civil del municipio, así como mujeres y hombres 'armados' con ramas y azadas que intentaban controlar el fuego, que superaba los 4 o 5 metros de altura.
La llegada de la ayuda
Cuando parecía que las llamas iban a alcanzar la aldea, llegaron varios efectivos de la protección civil del concejo y varias dotaciones de bomberos de Lisboa que estaban desplazadas a la zona.
Entre todos, vecinos, voluntarios, agentes forestales, GNR y bomberos lograron rebajar las llamas y devolver la tranquilidad a la población, aunque el incendio sigue activo y continúan varios agentes regando el perímetro calcinado.
Un abrazo de agradecimiento
Ana, vecina de Casal Mundinho y enfermera de profesión que había estado sofocando las llamas en el pinar, se apresuró en darle un abrazo a uno de los bomberos que llegó 'in extremis'. Era su primo.
Fue un esfuerzo colectivo que permitió salvar la aldea de las llamas. Vecinos de Casal de Mundinho, agricultores con sus tractores y bomberos lograron que las llamas no entraran en el casco urbano.
Gracias a la unión y la solidaridad, la aldea de Casal Mundinho se salvó de la destrucción.
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