En un esfuerzo por concienciar a la población sobre la importancia de la salud bucal, La Boticaria García lanza una alerta sobre los peligros para la salud que conlleva el mal aliento, un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo. Este padecimiento, comúnmente conocido como halitosis, puede ser síntoma de una serie de trastornos subyacentes que, si no se tratan a tiempo, pueden desencadenar graves consecuencias para la salud en general. A continuación, se presentan los síntomas clave que indican la necesidad de un tratamiento eficaz para prevenir y tratar este problema de manera efectiva.
La Boticaria García descubre los peligros del mal aliento y revela los síntomas que indican un tratamiento
El mal aliento a primera hora de la mañana no debería, en principio, preocuparnos. Sin embargo, Boticaria García advierte de que también puede dar pistas de ciertas enfermedades, algunas de ellas con una alta prevalencia en España, como la diabetes.
El mal aliento: más que un problema de higiene, puede ser un síntoma de enfermedades graves
El primer paso a dar será pensar si nuestra higiene bucal es todo lo correcta que podría ser. Si una vez que hemos corregido el cepillado y hemos reforzado la limpieza con un enjuague bucal el mal aliento persiste, quizás sea una señal a tener en cuenta. Además de hábitos como el tabaco y del consumo de ciertos alimentos, hay enfermedades que podrían estar revelándose a través de este síntoma.
La saliva puede ser un indicador del problema: la xerostomía es la patología que lo explica porque reduce su cantidad normal y esto provoca mal aliento, acentuándose aún más si dormimos con la boca abierta. La saliva ayuda a limpiar la boca al eliminar las partículas que causan el olor.
Antes de alarmarnos sin motivo, lo más razonable es pensar que el foco del problema está en la boca. En este sentido, Boticaria García indica que el motivo más común que puede estar detrás de la halitosis se concentra en ese mismo espacio, la boca. Es decir, puede ser un síntoma de caries de las que no somos conscientes o incluso de infecciones bucodentales de más envergadura.
En cuanto a la enfermedad periodontal, se trata de una infección de los tejidos que está muy relacionada con los hábitos de cepillado y mal uso de la seda dental y que ocasionan que se acumule placa en los dientes formada por bacterias. En etapas avanzadas, esta patología puede causar dolor y sangrado de las encías, dolor al masticar e incluso pérdida de los dientes.
Para evitar este tipo de alteraciones en la cavidad bucal, los dentistas aconsejan ciertos hábitos muy simples. En primer lugar, cepillarse los dientes después de cada comida con una pasta que tenga flúor. En segundo lugar, emplear seda dental de forma regular y, si es posible, un irrigador dental para que la limpieza sea lo más exhaustiva posible. Todo esto sin olvidar la importancia de las revisiones periódicas y de que el tabaco es uno de los grandes enemigos de la salud bucodental.
Boticaria García va más allá en su análisis sobre la halitosis y su posible relación con enfermedades distinguiendo tres tipos de olores que podrían identificarse con sus correspondientes patologías. Esta asociación incluye algunas tan prevalentes actualmente como son la diabetes, las renales o las hepáticas:
Olor a fruta podrida: puede ser señal de una diabetes no controlada.
Olor a amoniaco o a orina: enfermedad renal.
Olor a moho, ajo o huevos podridos: enfermedad hepática grave.
Es importante destacar que la prevención es clave en la salud bucodental. Asegurarse de mantener una buena higiene bucal y acudir regularmente al dentista puede ayudar a detectar y tratar a tiempo cualquier problema de salud.
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