En un caso sin precedentes, una mujer ha decidido no compartir su mascota con su ex-cónyuge, argumentando que el animal es como un hijo para ella. La mujer, que se encuentra en medio de un proceso de divorcio, se niega a repartir la custodia de su mascota, comparándola con un mueble. Esta decisión ha generado un debate social sobre los derechos de los propietarios de mascotas en caso de divorcio.
- La lucha por la custodia: ¿Qué pasa cuando un animal es como un hijo?
- La batalla judicial por la mascota: ¿Quién se queda con India?
- La separación de Javier y su expareja: ¿Cómo se resuelve la custodia de India?
- La ley protege a los animales: ¿Qué cambios trae la reforma de 2022?
- La custodia compartida: ¿Cómo se resuelve el conflicto en la separación?
La lucha por la custodia: ¿Qué pasa cuando un animal es como un hijo?
La separación de Javier Ladrón de Guevara fue, inicialmente, bastante civilizada y ausente de grandes conflictos. Sin embargo, la disputa por la custodia de su gata, India, llevó a un proceso judicial que cambió la vida de ambos.
La batalla judicial por la mascota: ¿Quién se queda con India?
Javier y su expareja habían adoptado a India cuando vivían juntos en Sevilla. Después de la separación, su expareja se fue a Valencia y Javier se vio en la posibilidad de no volver a vivir con su mascota. La situación se complicó y Javier decidió consultar con una abogada, lo que llevó a un proceso judicial.
La separación de Javier y su expareja: ¿Cómo se resuelve la custodia de India?
Finalmente, se llegó a un acuerdo de custodia compartida: India estaría seis meses con su expareja en Valencia y otros seis meses con Javier en Sevilla. La situación fue resuelta después de siete meses de separación y un proceso judicial.
La ley protege a los animales: ¿Qué cambios trae la reforma de 2022?
La reforma legal de 2022 considera a los animales seres vivos dotados de sensibilidad y establece que, en caso de separación, las mascotas pueden ser consideradas como miembros de la familia y se pueden dictar custodias compartidas como para los hijos, pero en busca del máximo beneficio del animal.
La custodia compartida: ¿Cómo se resuelve el conflicto en la separación?
En caso de separación, las mascotas pueden ser consideradas como miembros de la familia y se pueden dictar custodias compartidas como para los hijos, pero en busca del máximo beneficio del animal. Los abogados especializados en cuestiones relacionadas con los animales están viviendo una demanda cada vez mayor de cuestiones vinculadas con las custodias de mascotas tras las separaciones.
Los criterios que se manejan para determinar la custodia de una mascota incluyen la dedicación durante la convivencia al cuidado del animal, la vinculación afectiva de los cónyuges y también de los hijos con el animal, el tipo de vivienda, el espacio disponible para el animal, la disponibilidad horaria para sacar al animal varias veces al día a la calle, etc.
En algunos casos, la titularidad del animal ya no es un elemento definitorio para determinar quién se queda la custodia cuando se produce una separación si los padres del animal no son capaces de decidirlo.
Las pruebas en juicios de este tipo van desde facturas de comida o veterinario, testigos que den fe de quién ejercía los cuidados y fotos, sobre todo decenas y centenares de fotos que los dueños se hacen con sus mascotas en todo tipo de situaciones.
La existencia de hijos en la pareja también puede influir en la decisión de la custodia, ya que se está poniendo en valor el bien que le hacen los animales a los niños y los vínculos afectivos que crean los niños con los animales son muy fuertes.
No todas las separaciones que involucran a mascotas terminan en contenciosos. Lo más habitual es que los acuerdos se resuelvan de manera amistosa con la intervención o no de un mediador. Sin embargo, aunque no haya que acudir a juicio, cada vez más parejas deciden dejar su acuerdo de custodia plasmado en un documento refrendado por un notario o un juez.
La complejidad de la situación y el hecho de que el titular fuera el exnovio hicieron a Susana Gallego acudir a una abogada para que el acuerdo quedara plasmado negro sobre blanco. La abogada, María Luisa Sierra, se convirtió en la redactora del primer convenio que hacía titulares a dos personas de una mascota y que fue registrado ante un notario.
El registro solo permite inscribir a una persona. Lo que hicieron fue un convenio que regula las relaciones entre ellos dos para con el perro como una escritura notarial y eso es lo que se ha mandado al registro.
Yola Cerdá, una alicantina de 55 años, convivió con su exmarido y tres perros durante años hasta que, en sus propias palabras, se acabó el amor. Su divorcio no fue problemático y a día de hoy ambos conservan una buena relación. Esta buena sintonía facilitó que llegaran a un acuerdo verbal y que se fue adaptando durante años a la situación de ambos para que pudieran seguir viendo a sus animales y que los perros pudieran también seguir disfrutando de ambos.
La prioridad era que los animales estuviesen bien dentro, obviamente, de lo que el trabajo nos exigía a cada uno. Cuando libraba, quedábamos y me acercaba a su casa porque no había ni 100 kilómetros de distancia y cuando nos volvíamos a ver, los perros siempre se ponían súper, súper alegres, era como una sensación que notabas que el animalico estaba como más feliz.
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