La complejidad de la lucha contra la violencia de género: agresores reincidentes, valoración del riesgo y la persistencia de intentos de feminicidio

La complejidad de la lucha contra la violencia de género: agresores reincidentes, valoración del riesgo y la persistencia de intentos de feminicidio

La lucha contra la violencia de género es un desafío complejo y multifacético que requiere un enfoque integral y coordinado. A pesar de los esfuerzos realizados, la reincidencia de agresores y la persistencia de intentos de feminicidio siguen siendo una realidad alarmante. La valoración del riesgo es un aspecto clave en la lucha contra esta forma de violencia, ya que permite identificar a las víctimas potenciales y tomar medidas preventivas efectivas. En este contexto, es fundamental analizar las causas profundas de esta problemática y desarrollar estrategias innovadoras para abordarla de manera efectiva.

La lucha contra la violencia de género: agresores reincidentes, valoración del riesgo y la persistencia de intentos de feminicidio

Un grupo de mujeres anónimas se ha concentrado en la Porta de la Mar vestidas con una túnica blanca y con máscaras del mismo color, portando velas y algunos de los nombres de las asesinadas. Esta protesta tiene como objetivo visibilizar la lucha contra la violencia de género y denunciar la falta de protección a las víctimas.

Mujeres anónimas protestan contra la violencia de género en la Porta de la Mar

La lista de víctimas mortales de la violencia de género es alarmante. En lo que va de año, se han contabilizado 35 víctimas mortales. Entre ellas, Yaneli, de 31 años, asesinada por su pareja a cuchilladas; Lorena, de 46 años, asesinada por su novio, que acumulaba sentencias por maltrato y tenía una orden de alejamiento caducada en febrero de 2023. También están Amparo, Mari Àngels, Pilar, Mónica y Margarita, todas víctimas de feminicidio.

La reincidencia de agresores y la falta de protección a las víctimas: la complejidad de la lucha contra la violencia de género

Los casos de feminicidio revelan que el sistema falla a la hora de proteger a las mujeres. Bien porque habían denunciado, bien porque el agresor era reincidente, bien porque no se valoró adecuadamente el riesgo o porque no se tenía constancia de la situación de violencia a la hora de conceder una custodia compartida o un régimen de visitas de los hijos. Hay brechas en la red de protección a las víctimas de violencias machistas que complican todavía más la lucha contra estos crímenes.

El sistema falla: brechas en la red de protección a las víctimas de violencias machistas

De los 59 hombres que asesinaron a sus parejas o exparejas en 2023, el 11,8% (siete) tenía antecedentes por violencia de género con otras parejas, según apunta la Fiscalía en su última memoria. Otros dos habían sido denunciados por maltratar a sus madres y uno tenía antecedentes por agresiones sexuales. De las víctimas, cuatro ya habían sufrido violencia de parejas anteriores.

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La reincidencia de los agresores es un problema grave. Un 40% de los agresores reinciden en su comportamiento violento. Según Miguel Lorente, forense y delegado del Gobierno para la Violencia de Género entre 2008 y 2011, la reincidencia de quienes pasan por una reeducación baja al 5% los cinco primeros años y al 11% los diez primeros años.

Es necesario asegurar que las mujeres revictimizadas no solo han resuelto su situación desde el ámbito jurídico, sino también desde el psicológico. También se aboga por implantar mecanismos como los que ya utilizan en Estados Unidos para registrar a los pederastas.

Fallos en la valoración del riesgo

La Fiscalía habla en su informe de un mal endémico extendido en todas las comunidades autónomas en torno a las Unidades de Valoración Forense Integral (UVFI). Son equipos multidisciplinares (de médicos, psicólogos y trabajadores sociales) que evalúan tanto a la víctima, como al agresor y el entorno para que el juez determine el nivel de riesgo y las medidas que se tienen que desplegar en consecuencia.

El problema, incide Lorente, se encuentra más bien en la valoración del riesgo que hace la Policía, que es quien se encarga de este asunto en la mayoría de ocasiones. Primero, porque no son equipos especializados; y, segundo, porque en esos casos la valoración del riesgo se basa en el testimonio de la mujer, que normalmente minimiza el riesgo.

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En su momento se recordó a los fiscales la necesidad de valorar el quebrantamiento de penas o de medidas cautelares como un factor de riesgo para adoptar medidas más graves o instalar dispositivos de control telemático, como las tobilleras o las pulseras.

Más dificultades en localidades pequeñas

El informe advierte de las dificultades de guardar la distancia de 500 metros en localidades más pequeñas, y alude a la deficiente cobertura de las zonas rurales y al tiempo que tardan en trasladarse los técnicos del Centro COMETA al lugar de los hechos.

Una alarma para las custodias compartidas

El 45% de las asesinadas el año pasado tenía hijos menores de edad. Los feminicidios de este 2024 han sacado a relucir otras lagunas en el sistema de protección en casos de custodias compartidas con sus agresores, que al final acaban desembocando en violencia vicaria.

Los fiscales llevan tiempo pidiendo una mayor coordinación entre las secciones de familia y las de violencia de género para evitar decisiones contradictorias y conocer los antecedentes de violencia machista en todos los procedimientos, algo que se complica todavía más en los mutuos acuerdos.

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Para Lorente, esa descoordinación puede solucionarse estableciendo que los juzgados hagan una serie de preguntas rutinarias para saber si existe otro procedimiento activo. Defiende también la utilidad que supondría disponer de una base de datos en la que se puedan cruzar los datos, algo que igualmente apoya la Fiscalía en su informe.

No declarar: un derecho que se vuelve en su contra

En 2023, 19.500 mujeres se acogieron a la dispensa de no declarar contra su agresor. Esto es, el 10% de las víctimas de violencia de género. Las distintas fiscalías dicen que es el principal motivo de sobreseimiento de la casa o de la absolución y expresan la paradoja de un derecho que está dejando desprotegidas a las mujeres y que en muchos casos puede volverse en su contra.

Intentos de feminicidios

La Fiscalía en su última memoria también destaca los asesinatos que estuvieron a punto de cometerse, pero que al final la víctima consiguió salvarse la vida. Según datos del año pasado, de 66 hechos graves, 45 podrían ser constitutivos de feminicidios de violencia de género intentados. En una de cada cuatro la víctima había denunciado y en el 20% de los casos el agresor tenía antecedentes.

Es hora de actuar y proteger a las víctimas de la violencia de género. No podemos permitir que sigan muriendo mujeres a manos de sus agresores. Es necesario un cambio en la forma en que se aborda esta problemática y se protege a las víctimas.