La reciente incorporación de Ábalos al Grupo mixto del Congreso ha generado un cambio significativo en su composición, que ahora se presenta más mixto y revuelto que nunca. Esta nueva dinámica ha despertado gran interés entre los observadores políticos, quienes analizan con detenimiento el impacto que la llegada de Ábalos tendrá en el desarrollo de las futuras sesiones parlamentarias. Sin duda, esta reconfiguración del Grupo mixto abre la puerta a un escenario de mayor diversidad ideológica y, por consiguiente, a un debate más enriquecedor y plural. Los próximos días serán clave para observar cómo se consolida esta nueva realidad parlamentaria y qué repercusiones tendrá en el devenir político nacional.
En el Grupo Mixto ya estamos al completo, decía este martes el diputado del BNG, Néstor Rego, ante la sospecha bien augurada de que José Luis Ábalos pudiese trasladarse a las últimas filas del Congreso. Solo un día después, Rego tiene un nuevo acompañante -ausente- en el escaño de al lado: el exministro entra en el 'gallinero' del hemiciclo tras negarse a renunciar a su acta, como le exigía el PSOE, por el caso Koldo. La composición del Grupo Mixto se transforma con la presencia de Ábalos, que ha ingresado al Grupo Mixto y cambia la aritmética parlamentaria, ajustando la distribución de escaños en el Congreso.
La composición del Grupo Mixto nunca ha sufrido tantas modificaciones en tan poco tiempo. El número de diputados pertenecientes a este grupo ha pasado de tres a ocho en tan solo medio año de legislatura, primero por la recolocación de los cuatro diputados de Podemos tras su ruptura con Sumar, y ahora por la marcha de Ábalos después de que el PSOE le presionase para dejar su acta de diputado por el caso Koldo y él decidiese mantener el escaño.
Los tres de BNG, UPN y CC conforman el Grupo Mixto, compuesto por aquellos diputados que no cumplen los requisitos esenciales para formar un grupo parlamentario propio. Estos son el diputado del BNG, Néstor López; el diputado de UPN, Alberto Catalán; y la diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido. En esta legislatura, estrenaron el grupo mixto los tres partidos que no lograron obtener los cinco escaños necesarios para conformar grupo propio.
Los grupos nacionalistas catalanes y vascos sí consiguieron conformar grupo propio. Bildu (6) y PNV (5) cumplieron tanto el mínimo de diputados electos como el requisito del 15% de los votos en las circunscripciones del País Vasco. A tal efecto, crearon el Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu y el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV) respectivamente.
Junts y ERC, con siete escaños cada uno, no llegaron al 15% en dos circunscripciones, ni tampoco en el conjunto de Cataluña, pero aprovecharon su utilidad parlamentaria en la investidura de Pedro Sánchez para pedir la cesión de diputados a PSOE y Sumar. Los de Yolanda Díaz prestaron dos diputados a ERC, mientras que los socialistas a través del PSC cedieron cuatro parlamentarios a Junts.
En los primeros meses de la legislatura, el Grupo Mixto se mantuvo en tres escaños, pero duró poco tiempo. La ruptura de Podemos con Sumar en diciembre del pasado año provocó que los cinco diputados de Podemos entrasen en el Grupo Mixto y rebajó la presencia de la formación de Díaz a 26 parlamentarios. La nueva incorporación en el 'gallinero' la protagonizaron Ione Belarra, Javier Sánchez Serna, Martina Velarde, Noemí Santana y Lilith Verstrynge, aumentando la presencia del Grupo Mixto a ocho diputados.
José Luis Ábalos retrocede unos escaños y hace aumentar a ocho el número de diputados del 'gallinero'. Todo viene por la imputación del que fuera su 'mano derecha' en el ministerio, Koldo García, por una presunta trama de corrupción de adjudicaciones de contratos públicos para la compra de material sanitario durante la pandemia a cambio de comisiones ilegales. Ábalos desoyó las exigencias de la formación socialista y decidió mantener su acta de diputado como defensa de su honorabilidad y con la firmeza de que no está acusado de nada.
La entrada de Ábalos al Grupo Mixto cambiará la aritmética parlamentaria en el Congreso, pues los socialistas perderán un escaño y su presencia en la Cámara descenderá a los 120 diputados. Este nuevo reparto podría poner contra las cuerdas la aprobación de materias que requieran de mayorías simples, dada la impredecibilidad de los votos de otros grupos más reticentes como Junts y Podemos. Algunas votaciones de la vigente legislatura han sido tan ajustadas que el voto de un solo diputado podría haberlo cambiado todo.
El cambio al Grupo Mixto afectará también a las subvenciones obtenidas por los demás grupos parlamentarios. Si bien el Grupo Socialista mantendrá la subvención fija al partido, perderá la subvención variable por diputado electo de 1.746,16€ mensuales (de Ábalos), que pasarán al Grupo Mixto. Los actuales diputados del Grupo Mixto se verán ligeramente perjudicados, pues la subvención monetaria fija recibida ahora le corresponderá a ocho diputados en lugar de siete.
La entrada de Ábalos al Grupo Mixto también afectará al tiempo de intervención tanto suyo como de los actuales parlamentarios que se encuentran dentro del grupo. El hecho de que haya un diputado más no amplía el tiempo concedido al grupo, por lo que se mantiene fijo y tendrá que repartirse entre ocho personas.
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