En un estudio reciente, se ha revelado un dato impactante que cambia la perspectiva sobre el valor de la experiencia laboral en el mercado. Según los resultados, más del 40% de la facturación en la mitad de las empresas se genera gracias a la contribución de los empleados de 55 años o más. Esto supone un reconocimiento a la valiosa experiencia y sabiduría que estos trabajadores aportan a sus organizaciones. La experiencia y el conocimiento adquiridos a lo largo de los años se convierten en una herramienta fundamental para el éxito empresarial. A continuación, analizaremos con más detalle este fenómeno y sus implicaciones en el mundo laboral.
La fuerza laboral sénior: más del 40% de la facturación en la mitad de las empresas
Los mayores de 55 años suponen un tercio de la población española, pero concentran el 60% del gasto. Se trata de un colectivo con un protagonismo creciente en la economía española. De hecho, para la mitad de las empresas, este público sénior aporta más del 40% de su facturación.
Los mayores de 55 años, clave para el crecimiento económico en España
La inclusión de las personas sénior en el mercado laboral se está convirtiendo en un asunto estratégico, además de convertirse en un grupo con alto interés por su tipo de consumo, necesidades y demandas futuras. De este segmento de población proviene más del 60% de la facturación del 12% de las empresas, a la vez que consumen más del 60% de los productos en casi una sexta parte del tejido empresarial.
Conscientes de ello, el 59% de las empresas españolas han aumentado en los últimos cinco años su actividad orientada hacia este público y el 41% tienen previsto hacerlo en el próximo lustro, con iniciativas como cursos de formación, adaptación de los servicios ofertados y protección contra abusos.
La economía sénior, un factor dinamizador para el desarrollo empresarial
Según el III Monitor de Empresas de la Economía Sénior presentado por la Fundación MAPFRE y elaborado en colaboración con la compañía demoscópica Sigma Dos, la mayoría de empresas (48%) siguen asociando el envejecimiento con los cuidados y la asistencia, aunque hay un 41% que lo vincula a la experiencia y al conocimiento y un 39% lo ve como un desafío empresarial.
En ese sentido, entienden la economía sénior como un factor dinamizador para la creación de nuevos productos y servicios, así como para el desarrollo económico del país. La mayoría de empresas (50%) ofrecen ya campañas, productos, servicios o -en menor medida- tarifas dirigidas a los mayores de 55 años, un porcentaje cuatro puntos superior al que lo hacía en 2023.
En particular, el informe llama la atención sobre la necesidad de aprovechar el talento sénior y no expulsar a los trabajadores de mayor edad del mercado laboral. Este sector de la población se enfrenta a grandes prejuicios y estereotipos en el mercado laboral que pueden conducirles a la inactividad, al desempleo de larga duración o a jubilaciones forzadas y anticipadas, señala el estudio.
Por último, el informe destaca la tendencia hacia el envejecimiento de la población española. Según datos del INE, un 15% de los ciudadanos tiene entre 55 y 64 años, por lo que a lo largo de los próxima década se incorporarán progresivamente al segmento de 65 o más años, que ya supone una quinta parte de la población. Las proyecciones del INE apuntan a que este segmento de edad alcanzaría su peso máximo en 2050, llegando a representar el 30,4% del total.
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