La Copa América en Barcelona inicia con una apuesta por la sostenibilidad y la colaboración público-privada

La Copa América en Barcelona inicia con una apuesta por la sostenibilidad y la colaboración público-privada

Con la ilusión de dejar un legado positivo en la ciudad condal, la Copa América que se celebra en Barcelona desde hoy hasta el próximo 10 de julio, se compromete con la sostenibilidad y la colaboración público-privada como eje central de su desarrollo. Esta edición del torneo de vela más importante del mundo, que reunirá a 12 equipos de élite, se caracteriza por su enfoque en la reducción del impacto ambiental y la promoción de prácticas respetuosas con el medio ambiente. La organización ha trabajado arduamente para implementar medidas que minimicen el consumo de recursos naturales y reduzcan los residuos generados durante el evento.

La Copa América de Vela: sostenibilidad y colaboración público-privada en el epicentro de Barcelona

Después de más de dos años de preparativos, las regatas de la 37ª edición de la Copa América de vela ya surcan los mares de Barcelona, ciudad que se convertirá en el epicentro de este deporte en los dos próximos meses. Por detrás de eventos como los Juegos Olímpicos y el Mundial de fútbol, la Copa América se sitúa como una de las competiciones que mayor expectación generan entre los aficionados, generando de igual manera un gran impacto económico en las ciudades que la albergan.

Para esta edición, la Louis Vuitton 37th America's Cup, un estudio encargado por Barcelona Capital Nàutica y realizado por la Universitat Pompeu Fabra, estimó que el impacto iba a ser superior a los 1.200 millones, evidencia de la gran cantidad de dinero que se mueve en un evento de este calibre.

Barcelona, un escenario ideal

Barcelona fue protagonista con la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992, considerados por muchos los mejores juegos de la historia, mostrando al mundo su potencial como organizador de grandes eventos. Ahora, tienen una nueva oportunidad para afianzar esa posición, teniendo que hacer frente a los cerca de 2,5 millones de visitantes esperados con trabajos de los que se beneficiará la costa catalana.

De hecho, el propio Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, reconocía recientemente en una entrevista con El Periódico que la aceleración de proyectos previstos y, más en general, el litoral recuperado iba a ser el gran legado que dejará la Copa América.

Colaboración público-privada y sostenibilidad

En este sentido, algo importante es que, para el desarrollo de la competición, se ha producido una colaboración público-privada que podría marcar el futuro a la hora de organizar grandes eventos. Las empresas buscan involucrarse en este tipo de acontecimientos ya no solo con los beneficios como objetivo, sino también con la sostenibilidad siendo parte importante del proyecto.

Las Administraciones Públicas suelen ser las que se encargan del impulso y la organización de las grandes citas, o al menos son las que se llevan la gran mayoría de focos. En este caso, la iniciativa privada ha ido de la mano del sector público en una colaboración que ha sido fundamental para poder llevar esta competición a Barcelona.

El propio David Pino, director de Port Vell i Coordinador al Port de Barcelona de Copa Amèrica, llegó a afirmar que en el momento en el que empezaron a trabajar llegaron a pensar en que no teníamos posibilidades, asegurando a su vez que sin la iniciativa privada, con la situación política y socioeconómica que había, no se habría logrado.

La inversión privada, clave para la candidatura

En el caso de CaixaBank, incluso llegan como patrocinador de los equipos españoles en categoría femenina y joven, habiendo apostado por ellos a través de recursos económicos y ayudas al desarrollo.

Algo a que tener en consideración si hablamos de inversión es que, en deportes como la vela, no cuentan con miles de millones, aseguraba Pino, por lo que una sola institución no es capaz de afrontar los gastos ni de infraestructura ni de organización propiamente dicha. De esta forma, para poder llevar la 37ª edición de la Copa América se ha optado por la colaboración y la alineación.

La sostenibilidad, un factor clave

Visto esto, el retorno en la inversión es algo que busca cualquier institución que entra como patrocinador, pero otro aspecto importante que ha ganado relevancia es el de la sostenibilidad, otro factor por el que apuestan empresas como Aigües de Barcelona, generadora de progreso ambiental, social y económico, definición que utilizaba Xavi Bernat.

En su caso, la Copa América es más que una inversión, utilizándola como 'sandbox' (entorno de pruebas) de innovación con el objetivo último de impulsar proyectos que deben ser estructurales y que ayuden a la transformación de la ciudad.

Un ejemplo a seguir

La presente Copa América de vela no es la primera que tiene lugar en las costas españolas. Valencia albergó hasta dos ediciones en 2007 y 2010 e incluso se habló de la posibilidad de postularse para la de este año, siendo esta idea desechada tanto por el Ayuntamiento como por la Generalitat por los resultados negativos que se obtuvieron a nivel económico.

De hecho, el Ayuntamiento de Valencia tuvo que cargar con una deuda muy cuantiosa por bastante tiempo, hasta 2022, cuando finalmente liquidaron la factura, siendo esta la justificación que utilizaron para no anunciarse como candidatas de nuevo.

Por tanto, este también es un reto al que se enfrenta la ciudad de Barcelona, territorio que, eso sí, espera muchos más aficionados con un gasto esperado de 689 millones de euros, según el estudio de la UPF. De este mismo informe se extrae que, por cada euro invertido y gastos corrientes con impacto, se tenía previsto generar 6,35 euros de PIB en la economía catalana, por lo que de esto se puede suponer que existen grandes expectativas.