En un clima de desesperanza, los vecinos de un pueblo en la provincia de Jaén se han visto obligados a tomar medidas drásticas para proteger sus hogares y negocios. Después de más de veinte robos en solo tres meses, la falta de seguridad ha generado un sentimiento de inseguridad entre los habitantes, quienes han decidido patrullar las calles por cuenta propia. La ausencia de una respuesta efectiva por parte de las autoridades ha llevado a la comunidad a tomar medidas extremas para sentirse segura en sus propias calles. A continuación, se presenta la historia de cómo la inseguridad ha llegado a ser un problema crónico en esta localidad andaluza.
Pozo Alcón, un pueblo aterrorizado: vecinos de Jaén se organizan para patrullar las calles ante la falta de seguridad
En el pequeño pueblo de Pozo Alcón, en la provincia de Jaén, la sensación de inseguridad y miedo ha alcanzado cotas alarmantes. En las últimas semanas, se han producido 25 robos en viviendas de los vecinos, lo que ha llevado a algunos de ellos a organizarse en pequeños grupos para vigilar el pueblo ante la falta de efectivos de Policía Local y Guardia Civil.
Estamos aterrorizados. Mis padres no salen ni a la calle para no dejar la vivienda sola, explica María Jesús Lara Fernández, vecina de la localidad. La situación ha alcanzado un punto crítico, y los habitantes del pueblo se sienten abandonados por las autoridades.
La oleada de delitos comenzó en julio, pero fue la noche del pasado 20 de septiembre cuando la localidad tocó fondo con varios robos consecutivos con escasos minutos de diferencia. Uno de los más perjudicados fueron los padres de María Jesús, de 81 y 76 años, quienes sufrieron un susto terrible esa noche. Estaban durmiendo cuando estos individuos de repente saltaron la valla y empezaron a abrir las persianas, relata su hija.
Otro de los residentes en Pozo Alcón, Mauricio, no tuvo la misma suerte. Los ladrones sí pudieron entrar en su casa, y le quitaron oro, joyas de sus padres y la recaudación del mes. La vivienda quedó totalmente arrasada, con el teléfono arrancado y todo lo que había en armarios y cajones tirado por el suelo.
Ante esta situación, la Policía Local se personó en el lugar de los hechos, pero no pudieron investigar más de diez minutos, ya que una llamada por un apuñalamiento les obligó a marcharse ante la falta de patrullas. Esto es lo que los vecinos lamentan, ya que los efectivos de Policía Local y Guardia Civil son muy escasos en la zona.
El alcalde de la localidad ha confirmado que hay una patrulla para toda la comarca, y que el 90% de los recursos de la Guardia Civil se está aplicando en la zona. En total, hay siete efectivos de Policía Local para todo el pueblo y una o dos patrullas del Instituto Armado para toda la región, que cuenta con una población aproximada de 20.000 vecinos.
En este contexto, un grupo de vecinos decidió organizarse para tratar de poner solución a esta situación. Queremos evitar males mayores y tratar de disuadir a quien se comporte de manera sospechosa, explica Mauricio. La falta de cuerpos de seguridad ha llevado a los vecinos a tomar medidas drásticas para protegerse.
La situación en Pozo Alcón es crítica, y los vecinos esperan que las autoridades tomen medidas para aumentar la seguridad en la zona y proteger a sus habitantes.
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