La espera incansable por la regulación de la energía eólica marina en España mantiene en estado de ansiedad al sector empresarial y ya se comienza a s

La espera incansable por la regulación de la energía eólica marina en España mantiene en estado de ansiedad al sector empresarial y ya se comienza a sentir el impacto de la salida de inversores.

La incertidumbre reguladora en torno a la energía eólica marina en España mantiene al sector empresarial en un estado de ansiedad constante. La falta de una normativa clara y estable ha generado un clima de inseguridad entre las empresas que apostaban por este tipo de energía renovable. Como consecuencia, se empieza a notar el impacto negativo de la salida de inversores, lo que puede ralentizar el desarrollo de proyectos y poner en peligro el futuro de la energía eólica marina en el país.

La espera incansable por la regulación de la energía eólica marina en España

El sector de la energía eólica espera con ansiedad la aprobación del decreto que regula la implantación de la eólica marina en España. Este 2024 estaba llamado a ser el año definitivo para el arranque de esta actividad, pero la demora en la aprobación de las normas ha llevado a multinacionales a cambiar sus planes de invertir en España y a promotores y eléctricas españolas a esperar con impaciencia.

Sector empresarial impaciente por la aprobación del decreto que regula la eólica marina

El Ministerio de Transición Ecológica aprobó en febrero del año pasado los nuevos planes de ordenación del espacio marítimo (POEM), que incluyen las previsiones de repartir la instalación de aerogeneradores flotantes en una superficie total de 5.000 kilómetros cuadrados. Sin embargo, la regulación sigue pendiente de aprobación, lo que ha llevado a dudas sobre si el Gobierno aprobará el primer decreto este mes de septiembre.

La eólica marina en España: la espera se convierte en ansiedad

La pesca y los promotores están especialmente preocupados por la demora en la aprobación de la regulación. Los pescadores gallegos y asturianos se muestran especialmente duros y piden doblar beneficios sociales. Los promotores, por su parte, piden eliminar el diálogo extra con el entorno en la primera ley de eólica marina.

La regulación de la eólica marina en España: un impasse que pone en peligro el crecimiento del sector

La consecuencia de la demora en la aprobación de la regulación es un sector cada vez más impaciente. Promotores como Equinor y Orsted han abandonado España y se han movido a otros países con más certidumbres en este sector. Compañías eléctricas como Iberdrola y Naturgy esperan con impaciencia mientras invierten en otros países.

La falta de regulación también tiene consecuencias en la industria. Se espera un boom por la eólica marina en un sector en el que los desarrollos y la construcción se realizan cerca de donde van a instalarse después. La Asociación Eólica Española (AEE) estima que entre 2025 y 2050 la eólica marina tendrá un impacto en el PIB de casi 50.000 millones.

La empresa pública Navantia ya hace preparativos para orientarse también a la construcción de aerogeneradores flotantes, a través de Navantia Seanergies, su filial para las energías verdes. Para ello, tiene previsto invertir 50 millones hasta 2030 para adaptar instalaciones en los astilleros de Fene (A Coruña) y Puerto Real (Bahía de Cádiz).

La espera por la regulación de la eólica marina en España ha llevado a un sector en estado de ansiedad, con inversiones a la espera y de salida. Es hora de que el Gobierno dé luz verde a la regulación y permita que el sector de la energía eólica marina comience a crecer en España.