La exclusión persiste: 71% de la población gitana no puede acceder al IMV a pesar de reunir los requisitos
La situación de la población gitana en cuanto al acceso al Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades (IMV) sigue siendo alarmante. A pesar de que la mayoría de ellos cumplen con los requisitos, un 71% de la población gitana no puede acceder a este organismo fundamental para la protección de los derechos de las mujeres. Esta brecha de acceso es un reflejo de la exclusión persistente que sufren este colectivo en diferentes áreas de la sociedad. En este sentido, es urgente abordar esta problemática y encontrar soluciones para garantizar el acceso igualitario de la población gitana a los servicios y recursos del IMV.
La exclusión persiste: 71% de la población gitana no puede acceder al IMV a pesar de reunir los requisitos
Un estudio realizado por la Fundación Secretariado Gitano (FSG) revela que el 71% de la población gitana en España no accede al Ingreso Mínimo Vital (IMV) a pesar de cumplir los requisitos para ser beneficiario de la prestación. Esta cifra es significativamente mayor que la registrada en el conjunto de la sociedad, que es del 58%.
El informe presentado en la sede del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, destaca la baja cobertura del IMV entre la población gitana, inferior a la estimada para el conjunto de la población en situación de pobreza. De hecho, solo el 29% de este colectivo potencialmente beneficiario que cumple los requisitos tiene acceso a la ayuda, en comparación con el 35% de la población general en exclusión social.
Entre las barreras que impiden el acceso a esta ayuda, se encuentran la falta de información, dificultades con la documentación a aportar, largos periodos de tramitación y la brecha digital. Estas barreras impiden que la población gitana pueda beneficiarse de la prestación, a pesar de cumplir con los requisitos.
Además, el estudio muestra que el IMV no reduce la incidencia de la pobreza en la población gitana, pero sí su intensidad. La ayuda contribuye más a superar la pobreza extrema, pero apenas afecta a la pobreza severa y, en ningún caso, saca del riesgo de pobreza.
La ministra de Inclusión, Elma Saiz, ha manifestado que se han logrado avances, pero queda mucho por hacer. La población gitana sigue enfrentándose a desafíos muy importantes. Es por tanto muy necesario atender a lo que dice este estudio y redoblar esfuerzos para ampliar la cobertura del IMV, ha remarcado.
La directora general de la Fundación Secretariado Gitano, Sara Giménez, ha añadido que el IMV es un buen instrumento para la protección de las personas gitanas frente a la pobreza, pero no está desarrollando todo su potencial. Debe adaptarse más al perfil de las familias beneficiarias y generar oportunidades para la inclusión social, educativa y laboral, ha añadido.
Según el estudio, un 86% de la población gitana se encuentra por debajo del umbral de riesgo de pobreza, un 67% en situación de pobreza severa y un 46% en extrema pobreza. Además, la tasa de pobreza infantil en la población gitana asciende al 89%.
Esperamos que esta noticia llame la atención sobre la necesidad de abordar la exclusión de la población gitana del IMV y trabajar para garantizar el acceso a esta prestación para aquellos que la necesitan.
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