La Fiscalía solicita sentencia de más de dos años de prisión para los dos acusados de asesinar al legendario oso Cachou

La Fiscalía solicita sentencia de más de dos años de prisión para los dos acusados de asesinar al legendario oso Cachou

En un trascendental desarrollo en el caso del asesinato del oso Cachou, la Fiscalía ha solicitado una sentencia de más de dos años de prisión para los dos acusados de haber cometido este crimen contra la biodiversidad. El oso Cachou, considerado un tesoro natural y un símbolo de la región, fue encontrado muerto en circunstancias sospechosas en el año pasado, lo que generó una gran indignación y conmoción en la sociedad. Ahora, la Fiscalía busca que los responsables paguen por su acción criminal, que ha generado un gran impacto en la comunidad y en el medio ambiente.

La Fiscalía pide sentencia de más de dos años de prisión para los acusados de asesinar al legendario oso Cachou

La Fiscalía de Lleida ha pedido más de dos años de prisión para los dos acusados de matar al oso Cachou en abril de 2020 en la Val d'Aran, en Lleida, por delitos contra la fauna y otro por violación de secretos.

En concreto, el ministerio público acusa a José Antonio Boya, exconseller de Territorio entre los años 2015 y 2019, de ser el autor material de la muerte del animal con el empleo de veneno. Por otro lado, acusa a Aran Medan Guerrero, exagente de Medio Ambiente, de haber facilitado la localización del animal y, por tanto, de haber sido cooperador necesario.

Para José Antonio Boya, la Fiscalía solicita una pena de dos años y cuatro meses de prisión, y para Aran Medan Guerrero, una condena de dos años y tres meses de cárcel.

Según el ministerio público, Aran Medan Guerrero, siendo conocedor de las claves de geolocalización para acceder al paradero del oso y sabiendo que tal información era restringida y que no debía ser divulgada, facilitó esta localización a José Antonio Boya, a sabiendas de la intención que este tenía de eliminar al mencionado oso.

De esta manera, entre el 30 de enero y el 26 de marzo del 2020, gracias a la información de geolocalización proporcionada por Aran Medan Guerrero con intención de atraer al oso Cachou con el fin de darle muerte y sin estar legalmente autorizado, José Antonio Boya colocó en las inmediaciones un señuelo con veneno para que el animal lo ingiriera. A consecuencia de la ingesta de este señuelo, el oso Cachou murió el 9 de abril de 2020 en el bosque de Soberpera.

La Fiscalía recuerda en su escrito de acusación que Cachou era un individuo de la especie protegida de oso pardo, calificada como especie en peligro de extinción. Además, está incluida en el Régimen de Protección Especial del Catálogo Español de Especies Amenazadas y cuya muerte está prohibida de forma deliberada.

Para el autor material de la muerte del animal, el ministerio público pide además la pena privativa de libertad, que se le inhabilite durante tres años y medio para ser ganadero. También solicita que se le prohíba cazar y pescar durante cinco años y cuatro meses.

En cuanto al otro acusado, la Fiscalía solicita, además de la cárcel, una multa de 5.400 euros, se le inhabilite para empleo o cargo público durante un año y seis meses, la inhabilitación de tres años y medio para el oficio de agente de medioambiente y que se le prohíba cazar y pescar durante cinco años y cuatro meses.