La foca Oza sorprende a los vecinos de Laxe al ser avistada paseándose por el puerto en una barca bajo el cálido sol. Este inusual avistamiento ha generado gran asombro entre los residentes locales, quienes no esperaban ver a este simpático mamífero marino en aguas tan cercanas a la costa. La presencia de la foca Oza ha sido recibida con entusiasmo y curiosidad por parte de la comunidad, que se ha congregado en el puerto para observarla en su inesperado recorrido. Expertos en vida marina han sido contactados para asegurar el bienestar y la seguridad de este ejemplar, que parece disfrutar de su inusual travesía en la barca. Sin duda, este singular acontecimiento se ha convertido en tema de conversación en la localidad costera de Laxe.
La foca Oza se pasea por el puerto de Laxe bajo el sol gallego
Los vecinos de la localidad gallega de Laxe han amanecido este martes con un vecino nuevo en su puerto: la foca Oza. El animal ha aparecido en las aguas de la comarca coruñesa de Bergantiños disfrutando del sol poco habitual de la zona a bordo de una barca.
Este animal ya es un viejo conocido de la costa gallega. Fue visto por primera vez en el municipio de Oza y de ahí el nombre con el que fue bautizada. Cansada de ser el centro de atención de esta pequeña localidad, el animal decidió emprender un nuevo rumbo directo a la ciudad de A Coruña.
Tras un tiempo disfrutando de las aguas del norte, esta foca ha aparecido ahora en Laxe. A pesar de que su presencia puede parecer algo inesperado, los expertos aseguran que la visita de focas grises es algo habitual de las épocas de invierno, según informa Atlas.
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Para conocer el origen de este mamífero hay que mirar hacia el norte de Europa. Las colonias de este tipo de animales suelen nacer en las islas británicas en grandes grupos que luego van dispersándose, debido, entre otras cosas, a los temporales. Lo más común, según los expertos consultados por la fuente mencionada, es que vengan individuos de pocos meses de edad. Sin embargo, Oza marca la excepción, pues ya es adulta y tiene un peso que supera los 100 kilos.
A pesar de que puede parecer un animal inofensivo, los expertos piden precaución, pues estos mamíferos están dotados de mandíbulas y dientes muy fuertes y potentes que podrían llegar a herir a las personas.
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