Detrás de las cámaras de la exitosa serie de Netflix, 'Emily en París', se esconde una historia de amor que parece sacada de una película romántica. La protagonista de la serie, Lily Collins, y el director Charlie McDowell, han estado viviendo un romance intenso y apasionado que ha llamado la atención de los medios y los fans de la actriz. A diferencia de la ficción que se ve en pantalla, su relación es auténtica y llena de pasión, y en este artículo vamos a desvelar la verdad detrás de este romance que ha conquistado corazones. ¿Qué hay detrás de esta relación que ha llevado a la pareja a vivir un amor tan fuerte y apasionado?
- La verdad detrás de las cámaras: Lily Collins y Charlie McDowell, una historia de amor que no se parece a la ficción
- La importancia de la estabilidad en la industria del entretenimiento
- Un amor que se encuentra en el set
- La comprensión y el entendimiento en la pareja
- De musa en el set a musa de Instagram
- La vida en pareja y el futuro
La verdad detrás de las cámaras: Lily Collins y Charlie McDowell, una historia de amor que no se parece a la ficción
La actriz Lily Collins, conocida por su papel en la serie de Netflix Emily en París, no tiene nada que ver con su personaje. Mientras que la vida sentimental de Emily Cooper en la serie no deja de sorprendernos con cada temporada, Lily Collins no 'sufre' de altibajos emocionales desde 2019, cuando empezó su relación de pareja con el que ahora es su marido, el director y guionista Charlie McDowell.
Precisamente esa estabilidad y apoyo incondicional son algunos de los motivos por los que la intérprete se siente felizmente casada. Como comentó en su propio Instagram aprovechando su primer aniversario de casados, su marido es su roca, una constante fuente de amor y risa y mi soporte emocional.
La importancia de la estabilidad en la industria del entretenimiento
Un sector como el de la interpretación se caracteriza por la incertidumbre a la hora de conseguir los proyectos y alterna picos de fama con etapas en las que la atención mediática es mucho menor, por lo que no es de extrañar que la artista buscara a un compañero que le diera ese equilibrio y le permitiera enfrentar los vaivenes de la industria.
Además, la de Lily y Charlie parece una historia destinada a suceder: comparten infancias muy similares, ya que ambos crecieron en Los Ángeles, sin embargo no se conocieron hasta mucho después. También la pasión por la industria cinematográfica es otro de sus nexos, mientras que Lily ha protagonizado películas como Mirror Mirror, su marido es director de cine, productor y guionista.
Un amor que se encuentra en el set
Se conocieron en el set de la película Gilded Rage y entre ellos saltó la chispa, una historia similar a la que tuvieron Margot Robbie y su marido, que además demuestra que las historias en las que solo uno de los miembros es una estrella de cine, tiene muchas probabilidades de funcionar al recibir menos presión que las formadas por dos celebridades.
La comprensión y el entendimiento en la pareja
Otro de los puntos que tienen en común Lily Collins y Charlie McDowell es que saben de primera mano lo que es venir de familias donde abundan las estrellas. Mientras que el padre de la protagonista de Emily en París es Phil Collins, el padre del director es el actor Malcolm McDowell, famoso protagonista de La Naranja Mecánica.
Estos aspectos comunes seguramente les han formado la personalidad a una edad muy temprana, como el hecho de haber recibido atención mediática gracias a sus padres desde pequeños y haberse criado en un contexto cultural similar en Los Angeles. Por eso, tiene todo el sentido que la suya sea una historia que funcione por sus muchos frentes compartidos, lo que favorece la comprensión y el entendimiento entre ellos.
De musa en el set a musa de Instagram
Aunque antes de tener una primera conversación donde pudieran averiguar todo esto, Cupido hizo de las suyas. Para la artista fue amor a primera vista y tuvo claro desde el primer momento que quería compartir su vida con el director.
Un deseo que no tardó en ver cumplido, ya que no solo empezaron a salir, sino que poco después se prometieron en 2020, cuando la actriz ya había interpretado papeles como Elizabeth Kendall, la novia de Ted Bundy, en Extremadamente cruel, malvado y perverso y la esposa del autor J. R. R. Tolkien, Edith Tolkien.
Con el imparable éxito de Emily en París y convertida en una estrella internacional gracias a la serie de Netflix, su boda de ensueño acaparó varios titulares cuando, en septiembre de 2021, se daban el sí, quiero en una ceremonia de cuento donde, en vez de velo, apostó por una capa de encaje blanco. Un paso que su personaje todavía no ha dado.
La vida en pareja y el futuro
Sin embargo, por mucho que esté delante de las cámaras, lo cierto es que se considera bastante casera, disfruta de una vida lo más normal posible, algo que compartiría con el guionista, ya que mantienen un perfil bajo.
A día de hoy no se sabe a dónde les llevará ni su matrimonio -ha comentado en varias entrevistas que aunque piensan ampliar la familia en un futuro, lo cierto es que está en un momento profesional en el que encuentra dificultades para compatibilizarlo-, ni su relación laboral, ya que no sería de extrañar que volvieran a involucrarse en un proyecto conjunto.
De lo que sí tenemos pruebas (y muchas) es que, como una pareja cualquiera, Lily Collins ya no está delante de las cámaras de cine. Ahora se ha convertido en la musa de la cámara de su marido y protagonista de sus redes sociales, donde Charlie retrata su vida en pareja, haciendo planes como pasar una tarde en un museo o en una comida con amigos.
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