La inflación en la Eurozona se estabiliza al 2,2% en agosto, abriendo camino al BCE para una posible tercera rebaja de tipos de interés.

La inflación en la Eurozona se estabiliza al 2,2% en agosto, abriendo camino al BCE para una posible tercera rebaja de tipos de interés.

En un contexto económico caracterizado por la incertidumbre y la volatilidad, la inflación en la Eurozona ha experimentado un ligero repunte en agosto, estabilizándose en un 2,2%, según los datos publicados por la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat). Este dato, que se sitúa en línea con las expectativas de los analistas, puede ser visto como un indicador positivo para la economía europea, ya que sugiere que la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE) está empezando a surtir efecto. La estabilización de la inflación abre el camino para que el BCE considere una tercera rebaja de tipos de interés, con el fin de impulsar aún más el crecimiento económico en la región.

Inflación en la Eurozona se estabiliza en 2,2% en agosto

La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y la del BCE, Christine Lagarde, pueden respirar un poco más tranquilo tras conocerse los últimos datos de inflación en la Eurozona. Según Eurostat, los precios en el conjunto de países que comparten el euro subieron un 2,2% el mes pasado en tasa anual, cuatro décimas menos que el mes anterior.

Este descenso en la inflación sitúa la tasa de IPC cada vez más cerca del objetivo a medio plazo del Banco Central Europeo (BCE), lo que permite a la entidad considerar una tercera rebaja de los tipos de interés este año para evitar males mayores en una economía que no termina de despegar tras la crisis.

Los servicios, alimentos y bienes industriales presionan al alza

Apenas unos días después de que el emisor anunciase la segunda rebaja de los tipos de interés en lo que va de año -y desde 2019-, la oficina de estadísticas europea constata que entre los elementos que siguen presionando al alza los precios vuelven a estar los servicios. Estos contribuyeron casi en dos puntos al alza de la inflación en plena temporada alta turística. Les siguieron alimentos, alcohol y tabaco (que aportaron 0,46 puntos al IPC) y los bienes industriales no energéticos (+0,11 puntos). Mientras, la energía restó casi tres décima a la inflación.

Proceso desinflacionista en marcha

Los datos muestran cómo el proceso desinflacionista empieza a extenderse cada vez a más componentes de la cesta de la compra, pero a la vez preocupa esa resistencia a la baja en la subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y de los alimentos frescos, y sobre todo en los servicios. En concreto, la subyacente se mantuvo en el 2,8% por tercer mes consecutivo.

De ahí es de donde pueden venir las presiones que lleven al BCE a ser más cauto a la hora de flexibilizar su política monetaria, tal y como advertía este martes el Banco de España en su último informe trimestral sobre la economía española.

La inflación de los servicios de restauración y turismo, un problema a escala europea y global

La inflación de los servicios de restauración y turismo ha mostrado cierta volatilidad a lo largo de la temporada estival (hasta situarse en el 4,9% en agosto), destaca el documento que, si bien en este punto se refiere al caso concreto de España, apunta a este fenómeno como un problema a escala europea y global.