- La inversión privada no recuperará los niveles anteriores a la pandemia si la incertidumbre regulatoria persiste
- La incertidumbre regulatoria paraliza la inversión privada
- La inversión no recuperará niveles anteriores si la incertidumbre persiste
- La debilidad de la inversión privada puede frenar el crecimiento económico
La inversión privada no recuperará los niveles anteriores a la pandemia si la incertidumbre regulatoria persiste
En un escenario económico aún marcado por la incertidumbre, la inversión privada se enfrenta a un futuro sombrío si no se abordan las inseguridades regulatorias que lastra la confianza de los inversores. Según expertos, el ritmo de crecimiento de la inversión privada no alcanzará los niveles previos a la pandemia si no se establecen políticas claras y estables que brinden certidumbre a los inversores. La incertidumbre regulatoria actúa como un freno para la recuperación económica, ya que los inversores privados se ven disuadidos de realizar inversiones a largo plazo en un entorno caracterizado por la volatilidad y la inecertidumbre.
La incertidumbre regulatoria paraliza la inversión privada
La economía española sigue superando expectativas, pero la inversión productiva o formación bruta de capital fijo sigue sin recuperar los niveles previos al estallido de la Covid-19. A pesar de la rebaja de los tipos de interés y la saneada situación financiera de las empresas, la inversión empresarial no ha logrado despegar.
La incertidumbre regulatoria es el principal motivo por el que las empresas siguen prefiriendo desendeudarse antes de utilizar la capacidad de financiación que tienen para invertir. La falta de un horizonte más previsible para las empresas está frenando la inversión privada.
La inversión no recuperará niveles anteriores si la incertidumbre persiste
La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) advierte que un déficit crónico de inversión plantea dudas acerca de las perspectivas de recuperación de la productividad, que es el talón de Aquiles de la economía española.
El director General de Funcas, Carlos Ocaña, destaca que la incertidumbre regulatoria es el principal obstáculo para que las empresas inviertan. Es importante aportar un horizonte más previsible para que las empresas puedan invertir y que esto tome relevo del gasto público como motor del PIB.
La debilidad de la inversión privada puede frenar el crecimiento económico
La inversión residencial también se encuentra en un débil comportamiento, lo que podría constreñir la movilidad laboral, la entrada de trabajadores extranjeros, y llegar a limitar, incluso, el crecimiento potencial de la economía española.
El Banco de España advierte que la notable debilidad que ha experimentado la inversión de las empresas en los últimos cuatro años obedece, además de a la irrupción de la crisis sanitaria, a los cuellos de botella en las cadenas de suministros, a la crisis energética y el repunte de los costes de producción, así como al aumento de los tipos desde 2022 y a la elevada incertidumbre sobre las condiciones económicas.
La falta de inversión empresarial no es un problema solo de España, sino un mal que viene afectando a Europa ya desde hace años. Según Eurostat, la tasa de inversión de las empresas no financieras se redujo del 22,3% al 21,3% entre abril y junio en el área del euro.
Es fundamental que la inversión y la productividad se recuperen para asegurar un ritmo de crecimiento de la economía más elevado. La inversión privada es clave para el crecimiento económico y la competitividad en la Unión Europea.
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