La Justicia condena a una supervisora por discriminación racial contra un trabajador de limpieza en el lugar de trabajo
En un fallo histórico, la justicia ha sentenciado a una supervisora a una condena ejemplar por cometer actos de discriminación racial contra un trabajador de limpieza en su lugar de trabajo. La sentencia marca un precedente en la lucha contra la discriminación laboral y es un llamado de atención a los empleadores y trabajadores para respetar la dignidad y los derechos de todos los trabajadores, independientemente de su raza o etnia. El caso comenzó cuando el trabajador de limpieza denunció haber sufrido comentarios racistas y humillantes por parte de su supervisora, lo que afectó gravemente su bienestar y desempeño laboral.
Justicia condena a supervisora por discriminación racial en el trabajo
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha condenado a una supervisora de una empresa de limpieza de autobuses por un delito contra los derechos constitucionales por criticar el trabajo de un empleado con alusiones a su raza y color.
La sentencia de la Sala de lo Civil y Penal del alto tribunal modifica la dictada por la Audiencia de Granada que absolvió de los cargos a la procesada en un fallo contra el que tanto la Fiscalía como la acusación particular presentaron un recurso.
Según la sentencia, la procesada, empleada de Alsa y encargada de supervisar la limpieza de los autobuses en la estación de Granada, formuló reiteradas quejas sobre el nivel del trabajo del empleado, centrando sus críticas en él y traduciéndose en una baja médica en octubre de 2014 por reacción adaptativa asociada al entorno laboral.
Cinco años después, en septiembre de 2019, la procesada formuló nuevamente reclamaciones por la falta de limpieza de los vehículos y, aunque de esa tarea se encargaban dos personas, ella dirigió sus críticas particularmente sobre la misma víctima, a la que pidió que limpiara a su presencia diversos vehículos.
Mientras, y según la sentencia, se refirió a él llamándole pasmarote y negrillo de mierda, comentarios que también utilizó para hablar con terceras personas con las que se lamentó de la mala suerte porque hemos pillado que ha limpiado el negro.
La intención de hacer daño fue clave en la sentencia, ya que según los recursos planteados, la acusada buscó el menosprecio llamando a la víctima negrillo de mierda, palabras que eligió por su origen étnico y por razones discriminatorias.
La Fiscalía y la acusación particular presentaron un recurso al considerarla autora de un delito de contra los derechos constitucionales por un ataque a la dignidad personal por motivos racistas estipulado en el Código Penal.
Finalmente, el TSJA ha estimado los recursos de apelación y ha condenado a la procesada como autora de un delito contra los derechos constitucionales a seis meses de prisión, el pago de una multa de 540 euros y la inhabilitación durante tres años para cualquier profesión en los ámbitos docente, deportivo y de tiempo libre.
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