- La juventud como factor de riesgo: en el crimen de Samuel Luiz, varios agresores no tenían ni 20 años: descubrimiento que revela las raíces profundas de la 'explosión delictiva' en jóvenes
- La juventud como factor de riesgo: descubrimiento que revela las raíces profundas de la 'explosión delictiva' en jóvenes
- La banalización de la agresividad
- La pandemia y la salud mental
- La responsabilidad social
La juventud como factor de riesgo: en el crimen de Samuel Luiz, varios agresores no tenían ni 20 años: descubrimiento que revela las raíces profundas de la 'explosión delictiva' en jóvenes
En un impactante descubrimiento, se ha revelado que varios de los agresores involucrados en el crimen de Samuel Luiz eran menores de 20 años. Esta sombra estadística pone en evidencia la creciente explosión delictiva entre la juventud, lo que ha generado un intenso debate sobre las raíces profundas de este fenómeno. A medida que se profundiza en el análisis de este caso, se hace necesario reflexionar sobre las causas que llevan a los jóvenes a involucrarse en actividades delictivas y buscar soluciones efectivas para prevenir este tipo de comportamientos.
La juventud como factor de riesgo: descubrimiento que revela las raíces profundas de la 'explosión delictiva' en jóvenes
El caso de Samuel Luiz, asesinado a golpes a la salida de una discoteca en A Coruña en 2021, es solo una muestra de la creciente violencia juvenil en España. La policía detuvo a siete individuos, dos menores de edad, que confesaron y fueron condenados a tres años y medio de internamiento. Ahora, dos de los acusados tienen 29 años, y los otros tres, 22, pero los hechos ocurrieron cuando la mayoría de los agresores tenía entre 16 y 19 años.
La banalización de la agresividad
Los datos indican que los jóvenes son cada vez más violentos. Aunque las cifras difieran, todos los portales oficiales coinciden en reflejar un aumento gradual de la violencia juvenil desde 2018. El número de delitos violentos crece entre los más jóvenes, y la subida es más acusada desde 2022. Ese mismo año, el homicidio o asesinato, tanto consumado como en grado de tentativa, había aumentado casi un 15% con respecto al año anterior. La Fiscalía tildó la tendencia de “explosión delictiva”.
La exposición a la violencia es uno de los factores que contribuye a esta tendencia. La hostilidad está en aumento en los medios de comunicación. En las películas se han triplicado las escenas violentas desde 1985. Los videojuegos más populares incluyen batallas, peleas, armas y crimen. Aunque no hay consenso científico definitivo que vincule su uso con un aumento de la violencia real, la exposición continua y perenne a este tipo de contenido puede influir en la normalización y desensibilización de la agresividad.
Otro escenario es el de las redes sociales. El acceso directo, ilimitado y descontrolado a determinados contenidos puede influir en su normalización y desensibilización. No se trata solo del visionado individual de un vídeo sensible. Lo grave es compartirlo. Es la socialización en torno a lo agresivo.
La pandemia y la salud mental
La pandemia ha tenido un impacto significativo en la salud mental de los jóvenes. En España, el consumo juvenil de antidepresivos ha aumentado un 64% tras la pandemia. Síntomas de ansiedad y depresión se cuelan a diario entre los adolescentes, sustituyendo el idealismo o la despreocupación propios de su edad.
Un estudio de la revista científica Plos One alerta de los cambios en la personalidad que la pandemia ha provocado en individuos de entre 18 y 30 años. Sus conclusiones reflejan un incremento del neuroticismo, es decir, la tendencia a experimentar emociones negativas, y una disminución de la extraversión y la amabilidad, un déficit de interacción social y una mayor desconexión social.
La radiografía de la juventud exige la necesidad de impulsar nuevas respuestas, medidas destinadas a evitar que adolescentes agresivos se conviertan en adultos violentos. Su permeabilidad juvenil puede utilizarse para convertir el peligro en oportunidad: una mayor atención tanto dentro como fuera de casa. Dentro, más educación sobre lo que se consume. Fuera, más control del contenido que se publica. El cuidado de la juventud es una responsabilidad social.
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