La mortal panleucopenia felina, una amenaza común para gatos jóvenes que puede llevar a la muerte en un breve plazo

La mortal panleucopenia felina, una amenaza común para gatos jóvenes que puede llevar a la muerte en un breve plazo

La panleucopenia felina, también conocida como parvovirosis, es una enfermedad viral altamente contagiosa y potencialmente letal que afecta a gatos jóvenes, especialmente aquellos que no han recibido la vacunación adecuada. Esta enfermedad es causada por el virus de la panleucopenia felina, que ataca el sistema inmunológico del gato, provocando una grave disminución de glóbulos blancos en la sangre. Si no se trata de manera efectiva, la panleucopenia felina puede llevar a la muerte en un breve plazo, lo que hace que sea esencial tomar medidas de prevención y diagnóstico temprano para evitar este desenlace fatal.

La panleucopenia felina: una realidad peligrosa para los gatos jóvenes que puede ser evitada con la vacunación

Que nuestro perro, gato u otro animal de compañía enferme es uno de los temores más habituales entre los tutores de mascotas. Además de aportarnos muchos beneficios, la convivencia con estos peludos también acarrea responsabilidades y temores, entre ellas, pasar por el veterinario tanto de forma rutinaria como por urgencia.

Ésta última situación es una de las más temidas entre los tutores por lo que conlleva, ya que muchas enfermedades o patologías pueden ser peligrosas e incluso mortales para nuestros compañeros de cuatro patas. Un ejemplo de esto es la panleucopenia felina.

Se trata de una enfermedad virulenta habitual entre los gatos y que presenta un elevado índice de mortalidad entre éstos, tal y como afirman los expertos de la red de hospitales y clínicas veterinarias AniCura. Afecta principalmente a los gatos más jóvenes y puede ocasionarles la muerte en pocas horas, afirman. Por esto, detectarla a tiempo puede salvar la vida de tu mascota.

¿Qué es la panleucopenia felina?

La panleucopenia felina es conocida también como enteritis infecciosa felina y se trata de una enfermedad vírica muy contagiosa causada por el parvovirus felino. Puede llegar a infectar a las células de los tejidos linfoides, del sistema digestivo e incluso las células de la médula ósea, detallan los veterinarios.

Además, también afecta a los mininos antes de nacer. Los fetos pueden verse afectados por el virus si la hembra embarazada está contagiada, expresan. Incluso si consiguen sobrevivir al período de gestación, la panleucopenia felina puede dejar secuelas en el desarrollo de su sistema nervioso central, manifestándose en forma de movimiento exagerado, ataxia o posturas fuera de lo normal (síntomas que no irán a peor pero que serán permanentes).

Prevención y medidas de higiene

Debido a que la panleucopenia felina tiene una mortalidad muy elevada, si en casa hay varios gatos, en caso de que uno de ellos contraiga la enfermedad, es importante aislarlo y seguir unas medidas de higiene muy estrictas para evitar contagiar al resto, aconsejan los veterinarios.

Lo ideal es administrar la vacuna a nuestro gato durante las primeras semanas de vida, ya que nosotros mismos podemos transportar el virus desde la calle. Esto se debe a que el virus es altamente contagioso: se excreta en las heces del animal y a través de cualquier secreción corporal de los gatos que hayan contraído la enfermedad. Se contagia mediante el contacto directo con las heces o indirecto al tocar objetos contaminados como los juguetes, el comedero, el bebedero o la cama del animal, detallan los expertos.

Detección y tratamiento

Para detectar la panleucopenia felina, desde Anicura destacan algunos síntomas habituales como la fiebre, la apatía, los vómitos, la diarrea con sangre, la anorexia, el aborto y la anemia, aunque recuerdan que pueden variar en función de la edad y del estado del sistema inmunológico del animal.

Si notamos alguno o varios de estos síntomas en nuestro gato, es importante que acudamos al veterinario con urgencia para que le realicen las pruebas necesarias y poder administrarle el tratamiento adecuado lo antes posible en caso de que haya contraído la enfermedad.

Para diagnosticar la panleucopenia felina, el veterinario realiza un análisis de sangre y la prueba ELISA, que consiste en tomar una muestra reciente de excrementos del recto del animal. Si el resultado de la prueba es negativo, no se considera fiable y las muestras pueden enviarse para hacer un PCR y valorar si el animal ha sido infectado con el virus, añaden.

Por otro lado, también es importante saber que no existe un tratamiento específico para combatir esta enfermedad. Según los veterinarios, la panleucopenia felina se cura a través de distinctos tratamientos que se adaptan a cada gato en concreto. Lo que normalmente se hace es intentar que el animal mantenga un buen estado de salud mientras su organismo lucha contra el virus, explican.

También hay que tener en cuenta que las posibilidades de éxito dependen en buena medida de que el tratamiento se inicie lo antes posible, advierten. Como suele decirse, más vale prevenir que curar y, por eso, lo ideal es administrar la vacuna a nuestro gato durante las primeras semanas de vida y repetir una vez al año, incluso en gatos que no salen de casa, ya que nosotros mismos podemos transportar el virus desde la calle y contagiarlo.

Efectivamente, los humanos podemos ser portadores de esta enfermedad, transportarla y transmitirla a otros gatos que estén sanos, pero, sin embargo, no hay evidencias científicas de que la panleucopenia felina produzca contagio en nosotros. Se trata de una enfermedad que afecta únicamente a los gatos, no se transmite ni a personas ni a otros animales que vivan en la casa, concluyen desde AniCura.

Recuerda que la prevención es la mejor opción para proteger a tu gato de esta enfermedad. Vacunación y medidas de higiene estrictas son fundamentales para evitar la panleucopenia felina.