La novela 'Ropa de casa' de Ignacio Martínez de Pisón alcanza su cuarta parte con nuevo capítulo publicado por Seix Barral en 2024

La espera ha llegado a su fin para los seguidores de la exitosa novela Ropa de casa, escrita por el reconocido autor español Ignacio Martínez de Pisón. La editorial Seix Barral ha anunciado que en 2024 publicará la cuarta parte de esta obra literaria, que ha cautivado a los lectores con sus intrincadas tramas y personajes complejos. Con este nuevo capítulo, los fans de la serie podrán seguir la evolución de los personajes y descubrir los nuevos giros que tiene preparados el autor. La publicación de esta nueva entrega es una noticia emocionante para la comunidad literaria, que ha estado esperando con ansiedad el regreso de esta saga.

Index

La saga de 'Ropa de casa' de Ignacio Martínez de Pisón alcanza su cuarta parte

Pisón vuelve a Zaragoza. Y en el Ángel Azul siguen creciendo los noventa de Zaragoza. Ya aparece el cuerpo, el satélite, la nova, Félix Romeo y Luis Alegre. Los noventa en Zaragoza son mucho mejor que los ochenta. En la literatura, en la música. Sobre todo en la música.

Pienso en todas las bandas: la trilogía de la Estación del Silencio (Héroes del Silencio, Niños del Brasil y Las Novias), las músicas del mundo de Especialistas y Mission Hispana, el delirio pánico de El Niño Gusano y el sello Grabaciones en el Mar, el agónico final del Sello Interferencias, los últimos años antes del final de Más Birras, Jesús López y sus distintas encarnaciones, los de Huesca, Nothing, electrónica de John Landis Fans, El Regalo de Silvia… los jóvenes que van desde El Central hasta El fantasma de los ojos azules.

Y escriben, escriben y escriben. Y Labordeta. A Pisón le gusta Labordeta. Que toca en Barcelona en las Cocheras de Sans (así me dijo una vez que se llamaba Gabriel Sopeña). Labordeta, ‘Un país en la mochila’.

Pisón es hombre de cine. De pantalla, de arte, de séptimo, de la sala Bikini, del final de los ochenta.

Pisón es hombre de cine. De pantalla, de arte, de séptimo, de la sala Bikini, del final de los ochenta.

Pienso en Quim Monzó y Sergi Pamies. Y el encuentro con Javier Marías. Mito de cigarrillo y bufanda. De aquellos primeros libros encontrados en la biblioteca infinita y eterna de José Luis Melero. De pronto se une a la cadena eterna, mundial, canónica: Juan Benet-Javier Marías-Ignacio Martínez Pisón. ¿Qué son nueve años de diferencia?

El Premio Nacional y la picaresca de The Life and Opinions of Tristram Shandy, Gentleman. Javier Marías, lector terrible, lector real. La terna real, la mesa redonda, Félix de Azúa, Fernando Savater, Vicente Molina-Foix. Un ciudadano, una unión progreso y democracia y un letrista de la Orquesta Mondragón.

Tomeo y Grasa

Marías le advierte que no existen los ojos marrones, solo los castaños. Y un instante para Javier Tomeo. Los 300 días al sol de Ismael Grasa, las traducciones, el Gol de Nayim, los monstruos, los boxeadores, las mujeres.

Y no recordaba, ahora la hago, que escribía sobre César Ruano. Y yo, que me encontré con Ruano a través de Umbral, en la búsqueda de frescura extra para poder terminar las columnas del Heraldo de Aragón, con las que sobrevivía en mis años de guitarra y ginebra.

Barcelona fantasma

No todo van a ser historias y palabras. Billar francés y palíndromos. Asociaciones extrañas, presidencias registradas. Es necesario esperar cinco años. Es un extraño bloqueo. Pisón, detenido, tiene encuentros con la revuelta de la prensa en los noventa: Diario 16 y el otro logroñés, Pedro J. Ramírez, antes de El Mundo.

O los César Antonio Molina o Benjamín Prado, ministros y amigos de Joaquín Sabina. Javier Marías pide riesgo y en 1992, cuando Barcelona se convierte en un mutante, llega el Nuevo plano de la ciudad secreta.

Otra Barcelona

El periodismo, las columnas, el Periódico de Cataluña en la batalla contra La Vanguardia, los diskettes con los artículos. Sería 3 ½ o 5 1/4. En Zaragoza, creo que ya lo he dicho, el Ángel Azul resiste, y Melero da cada vez más luz.

La luz de Melero llega hasta hace un año, en los encuentros de Calatayud coordinados por Manuel Micheto. Aquella tarde, sentado entre el público, escuché a José Luis Melero declarando, astuto, rígido, sapiencial, que Pisón era «El último novelista, el último creador de historias aragonés.»

Y seguía Melero: «Cansados de tantas novelas que no son más que biografías, autobiografías, memorias noveladas, diarios narrados…» y yo, con mi manuscrito inacabado, con mi ‘Interino’ en el portátil, avergonzado de entregar una primera novela cuyo hilo narrativo es mi propia vida de poeta de provincias.

Escritores aragoneses

Pero, claro, también para escribir de uno mismo hay que tener buena mano y una vida interesante. Así que… viva Pisón y viva Melero y viva Miguel Pardeza, cedido primero a mitad de temporada (aún recuerdo a mi padre entrando en la cocina para con una entrada para mí, para ver el partido de vuelta de Pardeza a La Romareda) y, luego, mito y figura, junto a Higuera.

Unas veces con Esnaider por delante, otras con Poyet por detrás.

Real Zaragoza

Mi primer libro de Xordica, ‘Oscura turba’, tenía un texto de Julio Cejador, que acabaría siendo una calle que me llevaba desde la casa de Ana hasta la clínica donde mi padre peleaba. Pero también el nombre de la biblioteca de Ateca, el lugar donde dejaría de ser interino para convertirme en definitivo.

Y estaba Miguel Pardeza. Y no recordaba, ahora la hago, que escribía sobre César Ruano. Y yo, que me encontré con Ruano a través de Umbral, en la búsqueda de frescura extra para poder terminar las columnas del Heraldo de Aragón, con las que sobrevivía en mis años de guitarra y ginebra.

Félix Romeo

No, todavía me queda Jorge Edwards y otra vez Bryce Echenique, y, claro, la foto de ‘Diario de la guerra del cerdo’ de Adolfo Bioy Casares, comprado de segunda mano, por internet, gracias a la recomendación labrada por Pisón en su novela.

Pisón está con José María Merino y Ana María Matute: «Lo malo no es ser vieja, lo malo es estar gorda», Pisón marca el terreno de la libertad con la Matute, a la que, después del Cervantes nadie, ni Arturo Más ni ningún otro cargo, fue capaz de acompañarla. Pisón, elegante, habla de descortesía, yo hablo de mala educación, Pisón, todos los que te leemos en prensa sabemos que tienes algo de kamikaze.

Pardeza y Melero

Y llegamos a Félix. Félix Romeo. Supernova y dulce. Jamón, helado, gaseosa. Tebeos, Battiato, besos y amor. Félix Romeo, habitante de nuestros sueños, Félix Romeo que quería que Zaragoza estuviera abierta 24 horas,24/7. Ni más ni menos.

Y volvió de Escocia y buscaba que Madchester y ZarAgota tuvieran paralelismo. Félix Romeo, como recuerda Andrés Perruca en su ciclópea novela sobre los noventa en Zaragoza, era el que mejor se manejaba con el regaliz de palo. Todo era discusión y todo era disculparse. Lo había leído todo y lo había querido besar todo.

Félix Romeo

Y cómo editó, imprimió y montó un libro de cuentos magnífico, el de su pareja Cristina Grande. Y cómo escribió Dibujos animados, que era mejor que lo de Ray Loriga o José Ángel Mañas. Y Félix y Pisón, en esa novela llena de carretera y moscas del Marruecos español en Discothèque.

Félix Romeo era el día de Aragón todos los días. Félix Romeo, que lo había leído todo, que nos dejó muchos, demasiados, todos sus libros pendientes por leer. Los extrañamos.

La cuarta parte de 'Ropa de casa' de Ignacio Martínez de Pisón es un nuevo regalo para los lectores

Me gustaría, Ignacio, que quizá te animaras a coordinar un libro con los cuentos, con los sueños ajenos, las historias que Félix nos dejó sin contar. Todo ese ejercicio común, ¿Qué pensaría Félix de su aparición en tu libro? ¿Une tu libro con otro de los libros de tus, de sus amigos?

Y llegamos al final, en el cementerio de Melilla, en la ciudad donde nació mi madre, en Melilla (mis amigos no se lo creían y tuve que pedirle una foto del DNI), los libros de Ignacio, los libros de Pisón, que aparecen en la estantería de mi suegra, en los fondos de la biblioteca del instituto, en las reseñas del Zona de Obras, pixeladas, los libros de Pisón a un euro en un mercadillo, el libro de Pisón, aquí, junto a mí. Gracias.

José Manuel Pérez

Soy José Manuel, un experto en temas de actualidad nacional española y colaborador del Diario Online, un periódico independiente que se caracteriza por ofrecer información veraz y objetiva. Mi pasión por el periodismo me impulsa a investigar a fondo cada noticia para brindar a nuestros lectores contenido relevante y de calidad. Con mi experiencia y conocimientos, me esfuerzo por contribuir al debate público y mantener informada a nuestra audiencia sobre los acontecimientos más importantes en España. ¡Sígueme para estar al tanto de toda la actualidad!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir