En un contexto de envejecimiento poblacional y aumento de la esperanza de vida, la atención a los ancianos se ha convertido en un desafío para los sistemas de salud y bienestar social de todo el mundo. En este sentido, la oferta de plazas en residencias de ancianos es un aspecto crucial para garantizar una atención digna y de calidad a nuestros mayores. Sin embargo, según las últimas cifras, esta oferta se enfrenta a una grave escasez, con un déficit del 25% en relación con la demanda necesaria. Esta situación pone en alerta a las autoridades y a los responsables del sector, ya que la carencia de plazas adecuadas puede tener consecuencias graves en la salud y el bienestar de los ancianos.
Escasez de plazas en residencias de ancianos: España necesita unidades más
La oferta de plazas en residencias para adultos mayores en España se sitúa aproximadamente un 25% por debajo de la demanda actual, según estimaciones del sector. A pesar de las multimillonarias inversiones realizadas en los últimos años, se prevé que esta escasez continúe en aumento, lo que agrava el desafío de atender a la creciente población envejecida del país.
Una oferta insuficiente
En España hay en torno a 387.000 camas en residencias y otro tipo de viviendas para adultos mayores y de cuidados sanitarios para ese segmento de la población, según cálculos de la consultora inmobiliaria JLL. Sin embargo, para atender a la demanda actual harían falta unas 125.000 plazas más, lo que supondría aumentar en más de un 30% el parque actual.
Un déficit del 25%: De las 512.000 plazas que tendrían que estar a disposición de este colectivo, únicamente se están ofreciendo 387.000, lo que supone un déficit cercano al 25%. El director de ‘Living’ de esta consultora, Juan Manuel Pardo, explica que ese déficit podría alcanzar las 172.000 plazas en 2030 y superar así el 27% a medida que la población española vaya envejeciendo aún más.
Una población envejecida
Al final de 2023, el 20% de la población española tenía más de 65 años, según datos del INE, con un total de 9.687.776 personas, de las que el 56,5% eran mujeres. Según los datos que maneja JLL, la capacidad instalada de camas cubriría al 3,9% de esa población y, si se sumaran 125.000 plazas, la cobertura alcanzaría el 5,2%.
Las tres provincias con más del 30% de población mayor de 65 años son las gallegas Ourense y Lugo, y Zamora, en Castilla y León, según el INE, que prevé que, para 2030, la tasa de personas con más de 65 años alcanzará el 22,8%, con 11,4 millones; y para 2050 se alcanzará el pico y se superará el 30% a nivel nacional, con unos 16 millones, para luego empezar a descender.
Una solución posible
Desde la consultora JLL apuestan por desarrollar en España 280.000 unidades de ‘senior livings’, viviendas dirigidas a personas mayores de 65 años que se valen por sí mismas o con necesidades médicas bajas para alcanzar una cobertura del 5% y acercarse así al escenario de otros países del entorno, donde este mercado está más maduro.
Reparto territorial
Siguiendo los datos recopilados por JLL, las principales áreas urbanas de España (Madrid, Barcelona, Zaragoza, Bilbao, Sevilla, Valencia, Málaga, Palma de Mallorca, Alicante y Murcia) acaparan el 29% de toda la oferta de camas en residencias y hogares para mayores y, además, reúnen el 28% de las plazas en proyecto de construcción.
Sólo en las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, el segmento concentra el 18% de las plazas ofertadas y el 15% de las proyectadas. No obstante, Pardo apunta que los inversores cada vez se interesan más por otras áreas urbanas, como los casos de Sevilla, Valencia, Málaga, Alicante o Murcia.
Destaca además el comportamiento del mercado en Castilla y León, la tercera región española con mayor número de camas en los activos de vivienda para adultos mayores y de cuidados sanitarios, pero “con una mayor dispersión geográfica que en las principales áreas urbanas”.
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