En un incidente policial sin precedentes en la isla de Menorca, una okupa que se había instalado en un chalet de lujo ha sido desalojada tras una intervención policial. La okupa, que se había adueñado del inmueble sin permiso de los propietarios, no solo fue expulsada del lugar, sino que también se llevó consigo el mobiliario que pertenecía a los legítimos dueños del chalet. Esta situación inaceptable ha generado gran conmoción entre la comunidad local y ha llevado a un debate sobre la seguridad y el respeto a la propiedad privada. A continuación, se presentan los detalles de este caso que ha conmocionado a la opinión pública.
Desalojada la okupa del chalet de lujo en Menorca, se lleva mobiliario y deja a propietarios con miedo a nuevas agresiones
María Iguazo, la okupa que había ocupado ilegalmente un chalet de lujo en Menorca junto a su familia, ha desalojado la vivienda esta semana. La okupa, conocida como la Beyoncé de la okupación, había captado la atención de los medios de comunicación al subir un vídeo a sus redes sociales mostrando el chalet con piscina y vistas al mar que había okupado.
En el vídeo, María se jactaba de haber okupado el chalet, valorado en más de 650.000 euros, y decía frases como esto es un chalet para mí, que me lo merezco y Esto ni Beyoncé. Sin embargo, tras la presión de los propietarios y la amenaza de contratar a una empresa experta en desokupaciones, María y su familia decidieron irse de la vivienda.
Según el programa Y ahora Sonsoles, los propietarios del chalet, un matrimonio de la isla, se pusieron en contacto con los okupas para instarles a abandonar definitivamente el domicilio. La okupa había tratado de defenderse en entrevistas concedidas a programas de televisión, argumentando que se había mudado al chalet para proteger a sus hijos de una zona problemática de Menorca.
La okupa también había estado envuelta en un escándalo reciente al ser detenida por conducir sin carnet y dar positivo en cocaína. Ante este cúmulo de situaciones, María y su familia decidieron abandonar la vivienda.
Sin embargo, la historia no terminó allí. Tras la desokupación, el marido de María, Samuel, regresó con otras personas a la vivienda para sacar el mobiliario que había en la casa y estaba sin estrenar, así como el resto de enseres que tenían. Los propietarios han manifestado su miedo a que los okupas regresen a la vivienda para tratar de okuparla de nuevo.
¿Crees que tenemos algún tipo de seguridad de esta gente? Tenemos pánico de que esta noche nos revienten los cristales, ha confesado la propietaria en una entrevista para TardeAR. Son gente muy agresiva, son peligrosísimos, no los quieren en ningún lado, por lo visto, ha añadido.
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