La piscina natural más impresionante del mundo, accesible solo a través de un sendero de puentes colgantes
En el corazón de una densa selva tropical, escondida en una remota región del planeta, se encuentra un tesoro natural que ha llamado la atención de aventureros y amantes de la naturaleza de todo el mundo. Se trata de una piscina natural de aguas cristalinas y turquesas, rodeada de exuberante vegetación y rodeada de impresionantes formaciones rocosas. Pero lo que hace que esta piscina sea aún más especial es que solo es accesible a través de un emocionante sendero de puentes colgantes, que ofrece vistas impresionantes de la selva circundante.
Descubre la piscina natural más impresionante del mundo, solo accesible a través de puentes colgantes
Valencia es uno de los destinos preferidos en España para pasar unas vacaciones en la playa. Sin embargo, la comunidad cuenta con otros lugares impresionantes en el interior, escondidos en sus pueblos y paisajes, que se pueden descubrir haciendo rutas espectaculares.
En el Paraje Natural Municipal Los Calderones, se forman las hoces del río Turia a su paso por Chulilla, y es ahí donde se encuentra uno de los rincones más bonitos de la región. Se trata del charco azul de Chulilla, un pequeño embalse que está situado en el río Turia, incrustado entre paredes verticales de unos 80 metros de altura.
Existen diferentes rutas de senderismo para poder acceder a este lugar emblemático. Sin embargo, una de las más conocidas es la ruta de los Pantaneros de Chulilla, un recorrido que pasa por diferentes puentes colgantes.
La ruta de Pantaneros hasta el charco azul de Chulilla
La ruta de los Pantaneros es una de las más impresionantes debido a que se tiene que ir por los puentes colgantes. Tiene una longitud de 10 kilómetros y se estima que se tarda unas tres horas en hacer. Esto quiere decir que habrá que hacerlo en unas condiciones físicas óptimas.
El punto de partida se sitúa en el pueblo de Chulilla. Al cruzar el municipio se llega hasta el río y desde ahí se empieza la caminata al mirador de Compuertas y el de la Carrucha. Siguiendo el recorrido, se puede ver una pequeña cascada antes de llegar a los Calderones.
Tras esto, empieza la ruta más bonita por un sendero que va bordeando el desfiladero y en la que hay que cruzar por dos puentes colgantes. El primero tiene una altura de 15 metros, mientras que la del segundo es de 5 metros. Una experiencia recomendable si no se tiene miedo a las alturas.
El charco azul de Chulilla
Es entre los desfiladeros donde está el charco azul de Chulilla. Su belleza atrae cada verano a miles de turistas que quieran hacer una ruta única en la que pueden disfrutar del entorno natural a unos pocos minutos de Valencia.
Hay que recordar que el baño está permitido en este lugar. Sin embargo, no es recomendable atravesar la pasarela de madera, puesto que es inestable.
La ruta de los Pantaneros no es la única que se puede hacer para llegar hasta la piscina natural, sino que hay otras más cortas o sencillas. Por ejemplo, uno de los caminos parte desde el pueblo y su recorrido es de tres kilómetros.
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