La plancha
En un innovador avance tecnológico, un equipo de investigadores ha desarrollado una revolucionaria plancha capaz de reducir el consumo de energía hasta en un 50%. Esta novedosa invención tiene como objetivo mitigar el impacto ambiental generado por los electrodomésticos en nuestros hogares. La plancha, que ya ha sido probada con éxito, utiliza un nuevo material aislante que minimiza la pérdida de calor, lo que permite ahorrar energía y reducir los costos de electricidad. Esta noticia emocionante abre nuevas oportunidades para la creación de electrodomésticos más eficientes y sostenibles, lo que podría tener un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático.
La plancha, un obstáculo en el camino a la modernidad
Llegado septiembre, se reanuda la no-vida institucional y hay que sacar la plancha del armario. ¿Dónde está la plancha? La playa no requiere tal instrumento (aunque el secapelo hace más ruido), el verano pasa de plancha.
Y en la vida civil nadie plancha nada: desapareció la chaqueta, las camisas son de conserje, la corbata de chófer, el pantalón con raya de guardaespaldas. los zapatos ya no existen. Solo los cargos institucionales usan esas prendas tan arrumbadas como la armadura.
Deportivas, camiseta, sudadera, tatuaje, cuatro perros como en una cuadriga. ¡Pumba pumba pumba pumba! ¡Perrea perrea perrea gatea! Llega septiembre y salen los trajetorios, incluso los uniformes, túnicas, ropones, abalorios, swaroskys.
Las planchas echan fuego. y luego pasa lo que pasa, que todos llegan recocidos/as a los actos, el aire no funciona, los micros no se oyen, las amenazas vuelan, tira la sisa, aprieta el corbatón y los pies se han ensanchado, ay oy uf.
El Estado peligra más en estas rentreés, pero no es por nada (aparte de que se hunde). es por la plancha. La institución se encuentra en una situación crítica, y la plancha es uno de los síntomas más claros de esta decadencia.
La plancha, un instrumento del pasado, ha vuelto a tomar protagonismo en la vida institucional, pero a costa de la comodidad y la modernidad. Es hora de reflexionar sobre el papel que desempeña la plancha en nuestra sociedad y encontrar soluciones para superar este obstáculo.
La plancha no es solo un problema estético, sino también un síntoma de la crisis institucional que vivimos. Es hora de replantearse el papel de la institución en la sociedad y encontrar formas de modernizarla sin dejar atrás la tradición.
La plancha es un tema candente en la actualidad, y es hora de hablar sobre ella. ¿Qué papel debe desempeñar la plancha en la sociedad moderna? ¿Es posible encontrar un equilibrio entre la tradición y la modernidad?
Esperamos que esta noticia haya generado un debate sobre el papel de la plancha en nuestra sociedad. ¿Cuál es su opinión sobre este tema? Comparta sus comentarios con nosotros.
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