La playa de Nemiña, un tesoro natural en la costa gallega: arena suave, dunas imponentes y un refugio para la tranquilidad

La playa de Nemiña, un tesoro natural en la costa gallega: arena suave, dunas imponentes y un refugio para la tranquilidad

En el litoral gallego, escondido entre la costa atlántica y los acantilados que se adentran en el mar, se encuentra un tesoro natural que espera ser descubierto. La playa de Nemiña es un oasis de tranquilidad y armonía, donde la arena suave y las dunas imponentes crean un paisaje único y sobrecogedor. Ubicada en el municipio de Muxía, esta joya de la costa gallega es un refugio perfecto para aquellos que buscan escapar del estruendo y la rutina diaria, y conectarse con la naturaleza en su estado más puro.

Descubre la playa de Nemiña: arena suave, dunas imponentes y tranquilidad garantizada

Uno de los planes predilectos en los meses de verano es, como no puede ser de otra manera, pasar el día en alguna de las muchas playas con las que cuenta España. La opciones son infinitas y muy variadas, desde los arenales dorados hasta las calas de rocas. Y si lo que buscamos es naturaleza virgen, ambiente tranquilo y paisajes escarpados de mar y montaña, podemos dirigirnos al norte, donde nos esperan playas tan espectaculares como la praia do Rostro.

Este enclave se sitúa en la provincia de A Coruña y sorprende a sus visitantes por su larga extensión de arena y su sistema de dunas cubierto de vegetación. Se trata de una de las playas más salvajes de Galicia, un destino mágico para disfrutar de paisajes únicos arropados por la fuerza del viento que sopla en esta orilla.

La praia do Rostro, un tesoro natural en la costa gallega

La parroquia de Sardiñeiro, al este de A Coruña y dentro del municipio de Finisterre, acoge la praia do Rostro, que se extiende con más de 2 kilómetros de largo y 50 de ancho. Sus arenas finas están bañadas por las frescas aguas del Atlántico, que rompen en la orilla con fuerza. En este sentido, habrá que tener cuidado con el oleaje si nos damos un baño.

A espaldas de la arena se abre paso un gran sistema dunar, con formas suaves y redondeas cubiertas de verde vegetación. Aquí crecen especies de plantas amenazadas, como es el caso de la acedera de ribera. Hacia el interior, la duna tiene una cubierta vegetal más densa, un hábitat idóneo para invertebrados, reptiles y aves, explican desde Turismo de Galicia. Además, en cuanto a fauna, podremos ver gran variedad de aves como gaviotas, chorlitos y ostreros.

Para amantes de la naturaleza y el senderismo

Esta playa es visitada sobre todo por amantes de la naturaleza y el senderismo. Por ejemplo, además de caminar por la propia arena, podremos hacer recorridos por los acantilados que la rodean, los cuales nos regalan unas impresionantes vistas de todo el enclave. Incluso, podremos llegar andando hasta la vecina y aislada playa de Arnela.

Este rincón de la costa gallega goza de un ambiente solitario, perfecto para quienes quieran huir de la masificación que sufren otras playas. Eso sí, hay que tener en cuenta que la praia do Rostro no cuenta con servicios y que el aparcamiento es escaso.

Cómo llegar a la praia do Rostro

El trayecto en coche desde la ciudad de A Coruña hasta la praia do Rostro es de aproximadamente 1 hora y 15 minutos por la AG-55 y la AC-552. Apúntate a la newsletter y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por España y por el mundo.