La psicóloga Marian Rojas destaca los sorprendentes beneficios del aburrimiento para el cerebro y la mente
En un mundo donde la productividad y la eficiencia parecen ser los valores más preciados, la idea de que el aburrimiento pueda ser beneficioso puede parecer contraintuitiva. Sin embargo, la psicóloga Marian Rojas nos ofrece una perspectiva innovadora y sorprendente sobre este tema. Según la experta, el aburrimiento no solo no es perjudicial, sino que también puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental y en el funcionamiento de nuestro cerebro. En este artículo, exploraremos los sorprendentes beneficios del aburrimiento y cómo podemos aprovecharlos para mejorar nuestra calidad de vida.
Aburrirse es bueno para el cerebro
Vivimos rodeados de estímulos y parece que aburrirse ya no es una opción. Esto nos pasa con los más pequeños de la casa, a quienes parece que tenemos que llenar todo su tiempo libre, pero también en nuestra vida adulta. Sin embargo, según la psicóloga Marian Rojas, conocida en España por los libros que ha publicado, deberíamos incorporar en nuestras rutinas momentos de aburrimiento consciente.
Los beneficios del aburrimiento para el cerebro
Imagen de archivo de un cerebro. QUIRÓNSALUD 24/5/2024QUIRÓNSALUD
«Entiendo que es difícil ver el aburrimiento como algo bueno, pues siempre se ha asociado a la soledad, a la falta de actividad, a la carencia de emociones positivas… pero la realidad es que es una actividad maravillosa para nuestro cerebro», explica la profesional en sus redes sociales.
Tendemos a rechazar este descanso mental porque vivimos en un mundo donde la hiperconectividad actual y el FOMO (o miedo a perdernos algo de lo que sucede) son la norma, pero para Rojas, el aburrimiento es necesario para nuestro cerebro sobreestimulado.
«Hemos acostumbrado a nuestro cerebro a recibir tal cantidad de información de forma constante que los momentos en los que no hay nada, nuestro cerebro tiende a decir, esto no me gusta, aléjate de aquí. Es decir, esos instantes de aburrimiento se han convertido muchas veces en una tortura», aclara un poco más sobre los motivos que nos hacen asociar el aburrimiento con algo negativo.
La importancia de tomar un descanso
La sobrecarga de información y de estímulos han provocado que vivamos en un estado de alerta constante, generando una especie de adicción a la dopamina, que proporciona gratificación inmediata. Por eso rechazamos el aburrimiento como tal.
«Estamos diseñados para vivir de vez en cuando en modo alerta, conectando, resolviendo, pero también necesitamos de vez en cuando estar frenando, parando». Para ella es evidente que esa pausa nos la pueden aportar esos momentos de aburrimiento consciente, pausas que considera necesarias para que «nuestro cerebro identifique nuestras emociones, para que nos ayude a encontrar soluciones a temas complicados de nuestra vida».
¿Cómo beneficiar a nuestro cerebro?
Lo que ella recomienda para poder beneficiar a nuestro cerebro son unos minutos diarios de no hacer nada, algo que no siempre nos resulta sencillo. «Nada es nada. Por supuesto, alejado de las pantallas. No te juzgas. Miras por la ventana, contemplas, meditas, agradeces o simplemente dejas que se active la divagación mental».
Un ejercicio con el que asegura que se activa esa red neuronal a la que hacíamos antes referencia y que nos ayuda a dar solución a nuestros problemas, haciendo que identifiquemos nuestras emociones.
Beneficios del aburrimiento
Aburrirse tiene beneficios para el cerebro. Getty Images/iStockphoto
Este planteamiento no es nuevo, de hecho se han estudiado los efectos positivos del aburrimiento para la salud del cerebro en varias ocasiones, ayuda a descansar la mente, potenciar la creatividad y aumentar la productividad. La neurocientífica Alicia Walf, investigadora del Departamento de Ciencias Cognitivas del Instituto Politécnico Rensselaer de Estados Unidos, ha llegado a la conclusión en un reciente estudio de que las mejores ideas llegan cuando estamos aburridos.
Además, el aburrimiento proporciona descanso mental, desconectando de demandas externas, lo que permite reflexionar sobre nuestras emociones, pensamientos y metas personales. Aprender a tolerar la falta de estimulación constante, ayuda a desarrollar resiliencia mental y adaptabilidad. Sin duda grandes beneficios para nuestro desarrollo personal que en ocasiones dejamos de lado en favor de esos estímulos constantes que nos aportan dopamina.
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