En un reconocimiento a su valor histórico y cultural, La Ruta del Cid, un sendero emblemático que recorre various regiones de España, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este sendero, que sigue los pasos del legendario héroe castellano Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid, es un testimonio vivo de la riqueza cultural y natural de España. En otoño, La Ruta del Cid se convierte en una opción irresistible para aquellos que buscan disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor, con paisajes cambiantes, bosques coloridos y un ambiente mágico que invita a la reflexión y el disfrute. Descubre por qué esta ruta es una de las opciones más atractivas para disfrutar del otoño en España.
La Ruta del Cid: Un sendero emblemático en España declarado Patrimonio de la Humanidad
Otoño en España: el momento perfecto para disfrutar de la naturaleza
El otoño es una época ideal para hacer una pequeña escapada con la familia o los amigos a una zona rural para disfrutar de la naturaleza. En España hay cientos de rincones en los que contemplar un paisaje que se viste de tonos anaranjados y marrones. Una de las provincias ideales para desconectar unos días es Guadalajara.
El Hayedo de Tejera Negra, un destino para los amantes de la naturaleza
En pleno corazón de la sierra de Ayllón se encuentra un precioso bosque de hayas: El Hayedo de Tejera Negra. Situado en el pueblo de Cantalojas, es un destino para los amantes de la naturaleza. De hecho, tal es su belleza y su impacto que en el año 2017 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto a otros hayedos de nuestro país y Europa.
La espectacular ruta a través de los cañones de un río en Madrid es solo una de las opciones para disfrutar de este entorno natural.
La ruta de senderismo de Hayedo de Tejera Negra
Una de las particularidades del Hayedo de Tejera Negra es el microclima que se crea en esta zona. Está alimentado por la influencia de los ríos Lillas y Zarzas que nacen a los pies del pico de La Buitrera. Este bosque de hayas crea un ambiente de película, caracterizado por los colores que crean los propios árboles, el musgo en el suelo y el silencio de la zona.
Según explica Turismo de Castilla-La Mancha en su página web, en este lugar también crecen robles melojos, pinos salvajes, acebos, servales, tejos y abedules. Además, en sus tierras, durante el otoño, suele aparecer el conocido Boletus Edulis.
La ruta conocida de la zona: la Senda de Carretas
La ruta conocida de la zona es la Senda de Carretas. Comienza en el aparcamiento, concretamente en la fuente de agua no tratada que pasa junto al río Lillas. Cuando la senda atraviesa un pequeño arroyo, tenemos que girar a la izquierda y empezar a un camino ascendente entre robles. Es ahí donde empezaremos a ver las primeras hayas y donde podemos decir que ha empezado esta conocida ruta circular de 6 kilómetros.
Se denomina de Carretas porque se utilizaba para transportar en carro el carbón que producía el hayado. La senda sigue ascendiendo bajo una gran cantidad de copas de hayas. Al terminar la parte más dura del recorrido, llegamos a la Pradera de Matarredonda, el área para disfrutar de la panorámica.
Otras rutas para conocer Hayedo de Tejera Negra
Además de la Senda de Carretas, existen otras rutas para conocer Hayedo de Tejera Negra, como la Senda del Robledal, otro recorrido circular de 17 kilómetros que empieza en el Centro de Interpretación, y la Ruta del río Zarzas.
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