La sorprendente renuncia de Lyndon B. Johnson: el precedente que Biden no quiere recordar. ¡y que no benefició a los demócratas!

Index

La sorprendente renuncia de Lyndon B. Johnson: el precedente que Biden no quiere recordar. ¡y que no benefició a los demócratas!

En un sorprendente giro de eventos, el 31 de marzo de 1968, el presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, anunció su inesperada renuncia a la candidatura presidencial. Esta decisión tuvo un impacto significativo en la política estadounidense y estableció un precedente peligroso que actualmente el presidente Joe Biden parece querer olvidar. A pesar de que la renuncia de Johnson se produjo en un contexto de gran inestabilidad política y conflictos sociales, su legado político sigue siendo un tema de debate en la actualidad. En este artículo, exploraremos las consecuencias políticas de la renuncia de Johnson y cómo su decisión no benefició a los demócratas, lo que puede servir de advertencia para la administración de Biden.

La sorprendente renuncia de Lyndon B Johnson: ¿Por qué Biden no quiere recordar este precedente?

En un giro inesperado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha decidido renunciar a la Casa Blanca debido a la presión interna de su partido, que no lo veía preparado para una nueva legislatura de cuatro años. Cada día, una nueva voz entre los demócratas pedía su salida debido a su bajo estado de salud física y mental. Finalmente, ha capitulado y renunciado a la carrera.

Las dudas sobre su capacidad para gobernar aumentaron exponencialmente después del primer debate de la carrera presidencial, en el que Biden sufrió numerosos lapsus y apenas pudo rebatir los argumentos, afirmaciones y mentiras de Donald Trump. El presidente, que cumplirá 82 años en noviembre, ha demostrado una lucidez escasa en muchas ocasiones, demasiadas veces para lo que se espera del inquilino de la Casa Blanca, la mesa de poder más importante del mundo.

Biden responde a los que le piden que siga siendo candidato: No voy a ninguna parte

Biden responde a los que le piden que siga siendo candidato: No voy a ninguna parte

Estos días, los analistas de la prensa norteamericana se han acordado de Lyndon Baines Johnson, el 36º presidente de EE UU (entre 1963 y 1969), que pudiendo seguir decidió retirarse. Pero en su caso no fueron razones de salud.

La historia de trazo grueso a Johnson le ha quedado un papel muy concreto: fue el sucesor del mítico John Fitzgerald Kennedy, asesinado en Dallas el 22 de noviembre de 1963. Pero si entramos en el detalle resulta que Johnson es, sin embargo, uno de los presidentes más controvertidos de la historia del país. Muchos historiadores dan un notable a la gestión de Johnson por sus políticas internas. Su administración aprobó muchas leyes importantes que lograron importantes avances en derechos civiles, cuidado de la salud y bienestar. Actuó contra la pobreza con importantes logros.

La renuncia de Lyndon B. Johnson: ¿Un caso de salud o de impopularidad?

En 1968, Johnson empezó a perder el control del Partido Demócrata, que se había dividido en cuatro facciones. Pero la costumbre decía que no se le podía negar la renovación de la candidatura a un presidente en ejercicio. Johnson era pues el candidato natural de los demócratas. Sin embargo, su ajustada victoria en las primarias de New Hampshire en marzo de 1968 impulsó las candidaturas de Eugene McCarthy y Robert F. Kennedy. Debió sentir Johnson que ni en su partido le querían y el 31 de marzo, al final de un discurso, sorprendió a todos anunciando que no se presentaría a la reelección. No buscaré y no aceptaré la nominación de mi partido para otro mandato como su presidente, aseguró.

En las universidades norteamericanas llevan medio siglo debatiendo sobre por qué Lyndon B. Johnson decidió dar un paso atrás y retirarse a sus cuarteles de invierno. Para algunos, irse fue una manera de reivindicar su presidencia y de hacerlo, mejor cuando los indicadores (no solo los económicos) empezaban a ser negativos. Otros señalan que Johnson se había quedado sin objetivos domésticos y se había dado cuenta de que su personalidad había erosionado su popularidad. Cuando se le pidió que explicara por qué era impopular, respondió: Tengo una personalidad dominante y cuando consigo que se hagan las cosas no siempre complazco a toda la gente.

Su mujer, Claudia Alta Taylor Johnson, más conocida como Lady Bird Johnson, sí le animó a retirarse. Fue periodista, docente, activista política y empresaria. En 1968, durante un almuerzo para mujeres en la Casa Blanca, le preguntó a la actriz y cantante Eartha Kitt su opinión sobre la guerra de Vietnam. Ustedes están enviando a los mejores de este país a que les maten de un tiro, le respondió. La primera dama rompió a llorar. Kitt tuvo que exiliarse profesionalmente por unos años (no queda claro si por presión y empeño de Lady Bird).

¿Ganaron los demócratas al marcharse Johnson? No, perdieron. Tras la renuncia de Johnson, el vicepresidente Hubert Humphrey entró en la carrera demócrata por la candidatura a las presidenciales de noviembre de 1968, junto a Kennedy y McCarthy. Cuando mejor le iban las cosas a Bobby Kennedy, fue asesinado en junio por Sirhan Sirhan, un nacionalista árabe.

Al final, Humphrey ganó la nominación presidencial en la Convención Demócrata de agosto, celebrada en Chicago. No hubo precisamente unidad. A las puertas se manifestaban y eran apaleados activistas contra la guerra de Vietnam, y ya antes los demócratas racistas de los estados del sur se habían separado por las políticas a favor de la igualdad de Humphrey (y antes de Lyndon B. Johnson).

Tras la convención, las encuestas mostraban que Humphrey perdería las elecciones generales por 20 puntos. El 5 de noviembre de 1968 se celebraron los comicios. Richard Nixon obtuvo el 43,42% de los sufragios y Humphrey el 42,72%. Nixon ganó en 32 estados, Humphrey en 13 y Wallace, tercero en discordia, en 5. Pero en el detalle se vio que, en votos, el republicano ganó por una diferencia de poco más de 500.000 votos.

José Manuel Pérez

Soy José Manuel, un experto en temas de actualidad nacional española y colaborador del Diario Online, un periódico independiente que se caracteriza por ofrecer información veraz y objetiva. Mi pasión por el periodismo me impulsa a investigar a fondo cada noticia para brindar a nuestros lectores contenido relevante y de calidad. Con mi experiencia y conocimientos, me esfuerzo por contribuir al debate público y mantener informada a nuestra audiencia sobre los acontecimientos más importantes en España. ¡Sígueme para estar al tanto de toda la actualidad!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir