La tendencia cambia: Los estudiantes universitarios reniegan de las novatadas violentas y defienden la amistad sin humillación
En un giro radical en la cultura universitaria, los estudiantes de hoy en día están abandonando las novatadas violentas como forma de iniciación en la vida universitaria. A diferencia de generaciones pasadas, estos jóvenes están priorizando la amistad sin humillación y el respeto mutuo como valores fundamentales en su relación con sus compañeros de estudio. Esto supone un cambio significativo en la forma en que se entiende la integración en la vida universitaria, alejándose de prácticas que pueden ser dañinas y discriminatorias. En este artículo, exploraremos las razones detrás de este cambio de tendencia y cómo los estudiantes universitarios están trabajando para crear entornos más inclusivos y respetuosos.
La tendencia cambia: estudiantes universitarios reniegan de novatadas violentas y defienden la amistad sin humillación
El fin de una época de humillación
Recuerda Claudia, una estudiante universitaria de Madrid, cómo sufrió una novatada violenta en su primer año de carrera. Me ataron de pies y manos para encerrarme en un armario durante ocho horas. Ahora, diez años después, se emociona al hablar sobre cómo los jóvenes están cambiando el chip respecto a estas prácticas.
Un cambio generacional
Alejo García, colegial de primer curso del madrileño Colegio Mayor Alcalá, coincide con Claudia. Venía con expectativas de no vivir novatadas y así ha sido. Me he integrado perfectamente sin necesidad de hacerlas y, ya llevando una semana aquí, creo que ya nunca me harán falta.
La clave está en la inclusión
El director del Alcalá, Gabriel Beltrán, explica que la clave está en que los recién ingresados no necesiten de estos 'retos' para integrarse. Como alternativa, les ofrecen diez días de actividades en las que participan colegiales de todos los cursos para que hagan piña sin necesidad de humillarse.
El antes y después
Manuel Soria, colegial de último curso, confiesa que él vivió el curso del antes y después del Alcalá en 2021. Cuando entré, los veteranos te daban a elegir entre, o hacer novatadas, o no tener amigos ni conocer a chicas y, claro, un chaval nuevo en otra ciudad no quiere estar solo..
La persecución de las novatadas
La persecución de estos retos, castigos y bromas pesadas se remonta años atrás. En 2014 las universidades de Madrid firmaron los primeros convenios antinovatadas, a los que los colegios mayores y residencias se sumaron, pero no fue suficiente. Cada septiembre seguían circulando imágenes de universitarios bebiendo hasta perder el conocimiento y de castigos y juegos crueles.
La opinión de los universitarios
Felipe Trébol, de 20 años, opina que obviamente las novatadas no son buenas, pero siempre que sean sustituidas por actividades de integración porque los nuevos muchas veces necesitan ayuda para hacer amigos.
María Lucía, estudiante de primer curso, desea no pasar por eso: Siendo nueva me gustaría que me reciban bien y no me obliguen a pasar por bromas pesadas.
Miguel, que acaba de entrar en una residencia, cuenta que no tiene ninguna queja, que ha hecho amigos y está siendo una buena experiencia, pero porque ya no son lo que eran.
Irene, María, Lucas, Mónica y Blanca, todos de primer curso de universidad, coinciden en sus opiniones. Ven las novatadas inocentes o actividades integradoras como una buena oportunidad para crear comunidad, pero no cuando obligan a sobrepasar los valores del universitario.
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