En un giro inesperado en el caso de los hermanos Menéndez, Lyle y Erik, condenados por asesinar a sus padres en 1989, su tía, quien actualmente se encuentra en prisión, ha decidido hablar y ha hecho pública una confesión impactante. Según su testimonio, la familia Menéndez estaba inconsciente de la gravedad de los abusos y la violencia que sufrieron los hermanos menores de edad a manos de sus padres. La tía, quien ha preferido mantener su identidad en secreto, asegura que la mayoría de los familiares de los hermanos no tenían idea de la extensión de los maltratos y la manipulación que padecían los jóvenes. Esta revelación sorprendente genera más preguntas sobre lo que realmente sucedió en aquella familia.
La tía de los hermanos Menéndez revela secretos sobre abusos y violencia en la familia
Una docena de familiares de Erik y Lyle Menéndez pidieron este miércoles que los hermanos sean excarcelados, argumentando que merecen estar en libertad a pesar de que fueron condenados a cadena perpetua por asesinar a sus padres en 1989.
En una rueda de prensa en el centro de Los Ángeles, los familiares de los Menéndez afirmaron que la opinión pública estadounidense vilipendió a los hermanos tras los asesinatos, ya que el padre, José Menéndez, era un conocido productor musical en el momento, lo que lanzó el caso al foco mediático.
Según la familia, los miembros del jurado que los condenaron a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional formaban parte de una sociedad que en ese momento no estaba preparada para escuchar que los niños varones podían ser violados.
La confesión de la tía de los Menéndez
Joan Andersen VanderMolen, hermana de Kitty Menéndez, afirmó que la familia desconocía el alcance de los abusos y que lleva años tratando de asimilar lo que sucedió. Quedó claro que sus acciones -aunque trágicas- fueron la respuesta desesperada de dos chicos que intentaban sobrevivir a la crueldad indescriptible de su padre, dijo la mujer, de 92 años, ante decenas de periodistas.
La familia pide libertad para Lyle y Erik
Los familiares de los Menéndez argumentan que si el caso se hubiera juzgado hoy en día, con los conocimientos actuales sobre el abuso y el trastorno de estrés postraumático, no habrían sido declarados culpables de asesinato premeditado.
La Fiscalía sostuvo en su momento que no había pruebas de abuso sexual y en el segundo juicio al que se enfrentaron no se permitió mencionar muchos de los detalles de las agresiones, lo que condujo a su condena.
La Fiscalía aseguró que los hijos iban por el multimillonario patrimonio de sus padres.
El caso de los hermanos Menéndez
Lyle, que entonces tenía 21 años, y Erik, de 18, admitieron que mataron a tiros a sus padres argumentando que temían que los progenitores iban a matarlos para evitar que revelaran que José había agredido sexualmente a Erik durante mucho tiempo.
Muchos de los familiares subrayaron que en el mundo actual, más consciente del impacto de los abusos sexuales, los hermanos no habrían sido declarados culpables de asesinato premeditado.
Si el caso de Lyle y Erik se hubiera juzgado hoy en día, con los conocimientos que se tienen sobre el abuso y el trastorno de estrés postraumático, no me cabe duda de que su condena habría sido muy diferente, dijo Anamaria Baralt, sobrina de Jose Menéndez.
La Fiscalía revisa nuevas evidencias
La Fiscalía anunció que revisará nuevas evidencias para determinar si los hermanos deberían pasar el resto de su vida en prisión.
Una de esas pruebas es una carta que Erik envió a su primo meses antes de los crímenes y en la que hablaba de los abusos recibidos.
Otra prueba es la declaración de Roy Rossello, exintegrante del grupo de pop latino Menudo, quien declaró recientemente que José Menéndez lo drogó y violó cuando era un adolescente en la década de 1980.
La respuesta de la Fiscalía
George Gascón, el actual fiscal de distrito, dijo hace unos días que no hay duda de que los hermanos cometieron los asesinatos, pero que se tomará la decisión de si el caso merece una nueva sentencia una vez que la Fiscalía examine las nuevas evidencias.
La Fiscalía aseguró que nuestra oficina ha desarrollado un entendimiento más moderno de la violencia sexual desde que los hermanos Menéndez fueron procesados por primera vez.
Hoy en día, nuestra oficina reconoce que la violencia sexual es un problema generalizado que afecta a innumerables personas -de todas las identidades de género- y estamos comprometidos a apoyar a todas las víctimas mientras enfrentan el profundo impacto de semejante trauma, agregó.
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