La vivienda consume más de la mitad de la renta en Palma, Madrid y Barcelona, pese a que el precio de los pisos comienza a frenar
La situación habitacional en Palma, Madrid y Barcelona sigue siendo un tema de gran preocupación para los ciudadanos de estas ciudades. A pesar de que el mercado inmobiliario parece estar frenando su ritmo de crecimiento, la realidad es que la vivienda sigue consumiendo más de la mitad de la renta de los hogares en estas urbes. Esto supone una gran carga económica para las familias, que deben destinar una parte importante de sus ingresos a pagar la hipoteca o el alquiler. Esta situación es especialmente grave en el caso de los jóvenes y las familias con bajos ingresos, que ven limitadas sus posibilidades de acceso a una vivienda digna.
La vivienda consume más de la mitad de la renta en Palma, Madrid y Barcelona
El precio de la vivienda en España sigue siendo un obstáculo para muchos, especialmente en ciudades como Palma, Madrid y Barcelona, donde se necesita más del 50% de la renta para comprar una vivienda.
Según los datos difundidos por Tinsa, en el segundo trimestre del año, los precios de la vivienda se encarecieron un 3,2% en España, aunque esta subida se ha mantenido en línea con la inflación. Sin embargo, en zonas turísticas como la costa mediterránea, el precio de la vivienda se ha encarecido un 7% en el último año, y en Canarias y Baleares, el alza llega al 8,1%.
Un lujo para muchos
En Palma de Mallorca, Madrid y Barcelona, un hogar medio necesita destinar en torno al 53% de sus ingresos para comprar una primera vivienda, lo que se considera un esfuerzo crítico. En Málaga, este porcentaje es del 51,5%, y en otras nueve capitales de provincia, el esfuerzo supera el 35% de la renta media.
La escasez de oferta es uno de los principales motivos de esta situación, ya que la demanda sigue siendo fuerte, impulsada especialmente por la compraventa de extranjeros. En 2023, se vendieron 257.662 inmuebles en la costa, superando el promedio de 210.500 inmuebles registrado entre 2015 y 2019.
Un mercado tensionado
El mercado inmobiliario se encuentra particularmente tensionado en las grandes ciudades que funcionan como polos de empleo y atraen una fuerte demanda. En Madrid y Barcelona, por ejemplo, la subida ha rondado el 5%, si bien la situación se recrudece en las zonas más céntricas.
La falta de suelo disponible es otro de los motivos que explican la subida de los precios en el litoral. En 2023, la cuota de obra nueva se redujo al 25%, cinco puntos por debajo de la media anotada en la última década.
La situación es aún más crítica en las zonas turísticas, donde la vivienda vacacional se está encareciendo más rápido que la primera residencia. En el primer trimestre, el precio de los pisos para veranear ha aumentado un 3,9% respecto al año anterior, hasta los 2.650 euros por metro cuadrado.
Un futuro incierto
Aunque se espera que la tendencia de moderación en el crecimiento de los precios continúe en los próximos meses, la situación sigue siendo complicada para muchos españoles que buscan acceder a una vivienda.
La directora de Estudios de Tinsa, Cristina Arias, ha atribuido la resistencia de los precios al mantenimiento de las compraventas en niveles robustos y al estancamiento de la construcción de obra nueva. Esta conjunción de una demanda que ha permanecido robusta con un incremento del parque residencial muy limitado es lo que está manteniendo ese tensionamiento en los precios, ha explicado.
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