Los huracanes son fenómenos naturales que causan gran impacto enVarious partes del mundo, y su formación se debe a una combinación de factores climáticos y atmosféricos. En este sentido, es fundamental comprender los factores desencadenantes que llevan a la formación de estos sistemas ciclónicos. Aunque los huracanes suelen asociarse con regiones tropicales, es importante analizar la posibilidad de que afecten a España, país que se encuentra en la ruta de posible penetración de estos fenómenos. En este artículo, exploraremos los factores clave que contribuyen a la formación de un huracán y evaluaremos la probabilidad de que España sea afectada por este tipo de eventos.
- La formación de huracanes: ¿qué ingredientes necesarios deben converger? ¿Pueden afectar a España?
- ¿Cuáles son las condiciones para hablar de huracán?
- ¿Pueden afectar a España?
- La aproximación de huracanes, un fenómeno cada vez más frecuente
- ¿Qué son los 'Medicane', los supuestos 'huracanes mediterráneos'?
La formación de huracanes: ¿qué ingredientes necesarios deben converger? ¿Pueden afectar a España?
El huracán Milton, que actualmente golpea la costa oeste de Florida, en Estados Unidos, es solo un ejemplo del poder de destrucción de estos fenómenos meteorológicos. Sin embargo, su formación y alcance se reduce únicamente a determinadas zonas del mundo, mientras que en otras las condiciones no permiten que se den este tipo de tormentas.
En el caso de España, no parece posible que se produzcan huracanes, pero ha habido casos en los que fenómenos como el reciente huracán Kirk han llegado, aunque ya en forma de borrasca, a nuestras costas.
¿Cuáles son las condiciones para hablar de huracán?
Según ha explicado el meteorólogo Francisco Martín León, hay una serie de ingredientes necesarios para que un huracán pueda formarse: que la temperatura del mar sea lo suficientemente alta (26-27 °C) y que ese calor esté almacenado en las profundidades del mar (200-300 metros hasta los 2.000 metros en algunas zonas). Con toda esa energía acumulada, deben darse una serie de condiciones atmosféricas para que se desarrolle un huracán, una semilla que es la inestabilidad: movimientos ascendentes que favorezcan la formación de tormentas en esta baja tropical.
El último ingrediente, explica Martín, es la cizalladura vertical del viento: que las corrientes varíen muy poco con la altura, algo que se suele dar en las zonas tropicales. Solo con la suma de estos ingredientes, de estas condiciones tan variadas, es posible que se forme un huracán.
¿Pueden afectar a España?
Ni España ni Europa reúnen esas condiciones, por lo que la formación de un huracán en nuestras latitudes o cerca de ellas, en las gélidas aguas del Atlántico Norte, es muy remota, aunque como explica Francisco, en meteorología nunca se puede hablar de imposibles.
En zonas como Canarias, donde si se da el componente de las altas temperaturas en el agua, pueden producirse huracanes. O en el Mediterráneo, donde se pueden registrar temperaturas similares en el agua. En muchas zonas del mundo se da alguna condición, pero sin esa 'tormenta perfecta' no se puede formar un huracán.
La aproximación de huracanes, un fenómeno cada vez más frecuente
Ha habido huracanes que han llegado relativamente cerca de territorio español, como el huracán Ophelia (2017, el primero con categoría 3 en el Atlántico Norte), Leslie (2018, llegó a golpear con cierta intensidad la costa portuguesa) o Theta (2020, se quedó a 300 kilómetros de las costas canarias).
En cualquier caso, el chorro polar hace muy poco probable que los huracanes accedan a España: es, de hecho, lo que le ocurrió al huracán Kirk, que al subir de latitud hacia el norte se encontró con el chorro polar y las cizalladuras de sus vientos lo transformaron en borrasca tropical.
¿Qué son los 'Medicane', los supuestos 'huracanes mediterráneos'?
En los últimos tiempos la comunidad científica ha introducido un nuevo concepto teórico: los 'Medicanes' (conjunción de las palabras huracanes y Mediterráneo). Se trata de estructuras que, tal y como explica Francisco Martín, recuerdan por sus características a sus primos mayores, los huracanes, aunque están lejos de serlo.
En realidad, se asemejan más a pequeños ciclones o tormentas tropicales, que pueden formarse entre septiembre y noviembre. El concepto fue formulado por la comunidad científica para teorizar sobre la posibilidad de que los cambios en el clima pudiesen dotar al Mediterráneo de las condiciones para la formación de huracanes. Sin embargo, aún no ha habido evidencias fehacientes de que esto haya ocurrido, según explica el Ministerio de Transición Ecológica en su revista Ambienta.
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