En un contexto político marcado por la incertidumbre y la polarización, Venezuela se encuentra a las puertas de unas elecciones presidenciales que pueden ser determinantes para el futuro del país. Ante la pregunta de qué sucederá después de los comicios, expertos y analistas políticos han diseñado siete escenarios posibles que podrían desarrollarse en función de los resultados electorales y las decisiones que tomen los actores políticos clave. En este artículo, nos adentraremos en el análisis de cada una de estas opciones, explorando las consecuencias políticas, económicas y sociales que podrían derivarse de cada una de ellas, y qué implicaciones tendrían para el país y su población.
- Venezuela en vilo: siete escenarios posibles después de la votación presidencial
- 1. Victoria aplastante de la oposición
- 2. Victoria de Maduro
- 3. Riesgo de manipulación del resultado
- 4. Inhabilitación del opositor
- 5. Suspensión del proceso electoral
- 6. Reacción violenta del chavismo
- 7. Reacción de la oposición
Venezuela en vilo: siete escenarios posibles después de la votación presidencial
Este domingo, los ciudadanos venezolanos acudirán a las urnas para elegir al líder de la república para los próximos seis años. Dos políticos destacan entre el total de diez candidaturas: Nicolás Maduro, actual presidente del Gobierno del Partido Socialista Unido de Venezuela y representante del chavismo en el país, y Edmundo González, de la asociación de partidos de la oposición Plataforma Unitaria Democrática.
A continuación, se presentan siete posibles escenarios que se podrían dar después de las elecciones del domingo 28 de julio:
1. Victoria aplastante de la oposición
Según la mayoría de las encuestas, el ganador sería Edmundo González, quien obtendría entre el 60% y el 70% de los votos. Algunas encuestas le dan incluso el 80%. Casi toda la oposición, desde socialdemócratas hasta conservadores, se ha unido en torno a González, que además es el candidato apoyado por la dirigente María Corina Machado.
2. Victoria de Maduro
Algunas encuestas indican que el presidente Maduro podría ser el vencedor, aunque no sería con una mayoría notable. En las últimas semanas, el PSUV de Maduro ha movilizado a sus bases para obtener a toda costa el apoyo que necesita para permanecer en el poder.
3. Riesgo de manipulación del resultado
Existen muchos signos que hacen sospechar de que se prepara la manipulación del recuento o de las máquinas de voto. El más destacado es que no podrá venir ningún observador neutral de la UE porque el Consejo Nacional Electoral les retiró en mayo pasado la invitación. Solo vendrán observadores de la Unión Africana, de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), y de la ONU.
4. Inhabilitación del opositor
Desde que fue inscrito como candidato de la Mesa de la Unidad Democrática en marzo de este año, ha estado sobrevolando sobre Edmundo González Urrutia el fantasma de la inhabilitación. Según el sistema electoral venezolano, cada partido legalizado puede presentar un candidato, pero Edmundo González cuenta con tres tarjetas: MUD, Un Nuevo Tiempo y Movimiento por Venezuela, lo que podría ser motivo para inhabilitarle.
5. Suspensión del proceso electoral
Muchos venezolanos temen que a última hora Maduro suspenda las elecciones poniendo cualquier excusa como un repentino conflicto territorial con Guyana, una amenaza de golpe de estado, una rebelión militar. Suspender las elecciones sería una decisión muy arriesgada que acabaría con el escaso prestigio que le queda a Nicolás Maduro.
6. Reacción violenta del chavismo
Desde hace varios años, el actual presidente Nicolás Maduro, autodenominado ‘el hijo de Chávez’, avisa que no soltará el poder. A medida que se han acercado las elecciones presidenciales, sus frases se han tornado más flamígeras. “Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria electoral de nuestro pueblo, afirmó Maduro en un acto reciente en Caracas.
7. Reacción de la oposición
Si Maduro gana las elecciones, podría darse el caso de que la oposición no lo aceptara, y saliera a protestar en las calles de forma masiva como sucedió en 2017. La Policía Bolivariana y la Guardia Nacional reprimieron aquellas protestas que causaron más de 127 muertos, 3000 heridos y 1350 encarcelados. Ahora, nadie sabe las consecuencias de unas protestas contra Maduro, pero el gobierno ya está preparado pues cuenta desde 2017 con el Plan Zamora para movilizar a las fuerzas armadas y de seguridad junto con las milicias chavistas en caso de “conmoción interior y exterior”.
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