Madrid demanda la renuncia del delegado del Gobierno después de que este acusa a Almeida de poner en peligro a los ciudadanos en un nuevo escándalo político.
En un nuevo escándalo político que conmociona a la capital española, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido exigir la renuncia del delegado del Gobierno en la región, después de que este acusara al alcalde, José Luis Almeida, de poner en peligro a los ciudadanos. La tensión política en la región ha alcanzado un punto crítico, ya que la acusación grave lanzada por el delegado del Gobierno ha generado un gran revuelo en la opinión pública. A continuación, se analizará el desarrollo de esta situación y las posibles consecuencias políticas que se avecinan.
Escándalo político en Madrid: delegado del Gobierno acusa a Almeida de poner en peligro a ciudadanos
La Delegación del Gobierno en Madrid y el Ayuntamiento de la capital han protagonizado un nuevo choque institucional en el que se han reprochado mutuamente actuaciones irresponsables.
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha explicado que durante el operativo de negociación del intento de suicidio en las inmediaciones de la estación de Atocha, se produjeron diferencias entre los efectivos del cuerpo municipal de Bomberos y de la Policía Nacional que exigían una coordinación entre los máximos responsables, en este caso él mismo y el alcalde José Luis Martínez-Almeida, para tomar una decisión y proceder de la manera más ágil y efectiva posible en la resolución del problema.
Yo llamé al alcalde de Madrid, llamé a la vicealcaldesa de Madrid y nadie contestó, ha traslado Martín. Tiempo después de alguna intermediación la vicealcaldesa devolvió la llamada, ha proseguido, para afirmar que Martínez-Almeida en ningún caso se puso en contacto con él.
Pido la máxima responsabilidad al alcalde de Madrid, que asuma su competencia al frente de la seguridad de los ciudadanos y ciudadanas, ha insistido Francisco Martín, que descuelgue el teléfono cuando le llama el delegado del Gobierno.
El representante del Ejecutivo central en la región ha calificado la situación que se produjo el sábado como bloqueo institucional y ha asegurado que este tipo de situaciones se pueden traducir en situaciones francamente delicadas y que pueden poner en peligro a las personas.
La vicealcaldesa de Madrid, Inmaculada Sanz, ha reaccionado con indignación a las declaraciones del delegado del Gobierno, calificándolas de inaceptables. Todo tiene un límite, ha expresado Sanz. Este señor no puede seguir un minuto más siendo delegado del Gobierno en Madrid, ha remarcado.
La vicealcaldesa también ha reclamado al delegado que pida perdón al personal de Emergencias municipal, y ha rechazado que un responsable político pudiera dar órdenes en una situación de emergencia como la del sábado.
Yo no soy nadie para decirle a un bombero del Ayuntamiento de Madrid si tiene que estar dentro o fuera de un incendio, ha afirmado Sanz. Ellos son los que saben actuar, ha insistido.
La vicealcaldesa también ha cargado contra Martín, y por extensión contra el Gobierno, por el descarrilamiento del tren que también ocurrió el sábado y que este martes se ha sabido que fue provocado.
No acabó en tragedia por puro milagro, ha señalado Sanz. La vicealcaldesa ha visto en el reproche de Martín a Martínez-Almeida un intento de tratar de echar balones fuera para culpar a otras Administraciones públicas de la negligencia del Ejecutivo central, que es el responsable del tráfico ferroviario.
El consejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, ha hecho frente común con el Ayuntamiento de la capital frente al delegado. No puedo compartir ni entiendo las declaraciones, ha señalado el responsable autonómico.
Yo no sé si el ministro de Transportes le cogió el teléfono. como estaba en aquella fiesta en Lugo, ha manifestado Novillo, que además ha afeado que Óscar Puente no se desplazara el sábado a Madrid para atender la situación. No tuvo ni la más mínima sensibilidad de venirse a gestionar una emergencia de casi 15.000 personas, ha lanzado.
Novillo ha zanjado que el Gobierno de la Nación tiene que pedir disculpas por el incidente del sábado.
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