En el corazón de la capital española, una marea de protesta ha tomado las calles, convirtiendo el centro de la ciudad en un mar de manifestantes. Decenas de miles de personas han respondido al llamado a la acción, ocupando pacíficamente las principales arterias viales y plazas de Madrid. La razón de esta movilización masiva es la crítica situación de la vivienda en la ciudad, que ha llevado a muchos a sentirse desahuciados y marginados. Con gritos de No nos vamos, nos están echando de la ciudad, los manifestantes denuncian la especulación inmobiliaria, la falta de viviendas asequibles y la gentrificación que está cambiando el rostro de la capital. Esta marea de protesta es un llamado a la acción para que las autoridades tomen medidas efectivas para solucionar este problema que afecta a tantas familias y personas.
Marea de protesta en Madrid: decenas de miles de personas exigen vivienda digna y denuncian la especulación
Decenas de miles de personas se lanzaron a las calles de Madrid en un domingo nublado para protestar por la delicada situación que atraviesa el acceso a la vivienda en España. Unos 150.000 manifestantes, según los organizadores (22.000 según Delegación del Gobierno), recorrieron las principales arterias madrileñas para exigir soluciones a un problema que ocupa los primeros puestos en las preocupaciones de los españoles, especialmente los jóvenes.
Los manifestantes respondían a una convocatoria impulsada por medio centenar de asociaciones vecinales, sindicatos de inquilinas, plataformas por la vivienda y el alquiler, la sociedad civil en general e incluso organizaciones ecologistas. Entre las reivindicaciones, regular los precios del alquiler, ampliar la ley de vivienda, aumentar los alquileres sociales, el fin de los pisos turísticos e incluso un llamamiento a impagos en la renta como protesta por la tensa situación que se vive en las grandes ciudades.
La marcha arrancaba a las 12.00 h del mediodía en Atocha, pero todavía una hora después, centenares de manifestantes seguían bajando hacia la glorieta de Carlos V para unirse a la protesta. Se alquila cuchitril: 1.200 euros al mes, se alquila: ansiedad o de Madrid al suelo, eran algunos de los lemas que se podían leer en las pancartas que se abrían paso entre el encapotado cielo madrileño.
La vivienda es un derecho, no un negocio, coreaban los asistentes, en su gran mayoría jóvenes, que se quejan de que no son capaces de encontrar vivienda y, cuando lo consiguen, tienen que afrontar un alquiler que apenas les deja margen para gastar. Comprar una vivienda en una gran ciudad como Madrid les parece, en la mayoría de los casos, directamente una quimera.
La subida del alquiler de hasta un 80% y la escasez de vivienda empujan a la primera gran manifestación en España
La situación ha llevado a muchos jóvenes a plantearse salir de la ciudad. Estamos mirando para irnos a vivir a Cuenca, dice Miguel, de 36 años, que lleva 10 años viviendo en la capital con su pareja. No es decente pagar 350.000 euros por un pisucho cuando en Cuenca por ese precio tienes un chalet de 350 metros cuadrados. No tiene ningún sentido, en Madrid te están echando de la ciudad, declara.
La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha sido objeto de críticas por no hacerse cargo de la situación. El portavoz de la formación en el Congreso, Íñigo Errejón, ha pedido directamente su dimisión. La Ministra de Vivienda ya no puede no hacerse cargo de este clamor social, publicaba en la red social X el portavoz parlamentario de la formación.
El Ejecutivo también ha recibido reproches de Podemos, uno de sus socios parlamentarios. Hay un Gobierno en el que solo manda Sánchez y que no se toma en serio la lucha por la vivienda digna, señalaba Ione Belarra, líder de la formación morada, que ha participado en la protesta.
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