En la era digital en la que vivimos, es impactante ver cómo se han normalizado prácticas que fomentan la violencia y la venganza en el ámbito de la producción de contenido adulto. Uno de los ejemplos más inquietantes es el llamado porno de venganza, un tipo de material que se ha vuelto increíblemente popular en las plataformas online y que, desafortunadamente, está ganando terreno en España. En este artículo, nos proponemos investigar este fenómeno y explicar qué es exactamente el porno de venganza y cómo se utiliza, con el fin de concienciar a la opinión pública sobre los peligros y consecuencias de este tipo de contenido.
- La normalización de la violencia en línea: 'Porno de venganza' se vuelve cada vez más común en España
- 47% de los españoles conoce a alguien afectado
- Un 15% de los españoles admite haber compartido imágenes íntimas de otras personas
- Un 47% de los encuestados cree que la responsabilidad es del que comparte la imagen
- La educación y concienciación son clave
- Difundir imágenes sin consentimiento es un delito
- Cómo proteger la privacidad de las imágenes íntimas
La normalización de la violencia en línea: 'Porno de venganza' se vuelve cada vez más común en España
Casi la mitad de los españoles conoce a alguien que ha sido víctima del conocido como ‘porno de la venganza’, una práctica por la cual otra persona difunde imágenes íntimas tuyas sin tu consentimiento. El dato se extrae del estudio global de Kaspersky ‘La verdad al desnudo. Cómo el intercambio de imágenes íntimas ha reconfigurado nuestro mundo’.
Este informe, señalan desde la compañía de ciberseguridad, revela “un cambio significativo en las actitudes y normas no escritas de las interacciones sociales y románticas en la era digital”. El objetivo del estudio es analizar el alcance de las imágenes explícitas que se capturan, almacenan y comparten en los dispositivos inteligentes y los resultados muestran “una relación con la problemática del abuso de imágenes íntimas (AII)”, también conocida como ‘porno de venganza’.
47% de los españoles conoce a alguien afectado
Así, casi la mitad (47%) de los encuestados en España conoce a alguien que ha pasado por este tipo de abuso online y un 7% lo ha experimentado personalmente. Este fenómeno afecta de manera significativa a las generaciones más jóvenes, con un 77% de los encuestados entre 16 y 24 años y un 68% entre los 25 y 34 años que afirman haber sufrido este tipo de experiencias.
Además, el estudio de Kaspersky revela que un 25% del total de los encuestados ha compartido imágenes de sí mismos con personas con las que están saliendo o chateando y un 16% lo ha enviado a alguien que nunca han conocido en la vida real.
Un 15% de los españoles admite haber compartido imágenes íntimas de otras personas
No solo eso, sino que el 24% de los españoles cree que recibir una imagen íntima “les otorga derechos sobre su contenido”, según este informe. Este tipo de práctica puede “convertirse en un arma para causar daño, intimidar o humillar”, destacan.
Por ello, subrayan, es importante “establecer límites claros” dentro de las relaciones antes de compartir este tipo de imágenes, pero dice el estudio que solo un 25% de los encuestados lo hace. Además, a pesar de lo común que es el intercambio de imágenes, solo el 22% de los españoles que compartieron una imagen comprometida solicitó su eliminación del dispositivo de otra persona.
Un 47% de los encuestados cree que la responsabilidad es del que comparte la imagen
Finalmente, un 47% de los encuestados cree que, si has compartido una imagen tuya, sigue siendo tu responsabilidad si termina en las manos equivocadas. “Los hallazgos de nuestra investigación subrayan la creciente normalización de un problema social crítico: el aumento en el intercambio de imágenes íntimas, especialmente entre los jóvenes, sin considerar las consecuencias a largo plazo”, afirma Marc Rivero, Lead Security Researcher de Kaspersky.
La educación y concienciación son clave
La presidenta de la asociación Stop! Violencia de género digital, Encarni Iglesias, opina que para luchar contra este fenómeno “es urgente educar y concienciar sobre el respeto y la responsabilidad en el manejo de estas imágenes”. “Proteger la intimidad y prevenir la violencia digital es fundamental para construir una sociedad más justa y segura”, comenta.
Difundir imágenes sin consentimiento es un delito
Tal y como informan desde el despacho de abogados Letslaw, especialistas en Internet y derecho digital, “difundir vídeos sin consentimiento es un delito cuando vulnera el derecho a la intimidad, honor y propia imagen de las personas”. El camino para proteger a la víctima es denunciar a las autoridades.
Los abogados de LetsLaw recuerdan que difundir imágenes o vídeos sexuales sin autorización es un delito según el artículo 197 del Código Penal (CP). Y las penas varían según la ofensa:
Obtener imágenes sin permiso conlleva prisión de uno a cuatro años y multa de 12 a 24 meses
Difundirlas conlleva prisión de dos a cinco años y, si la persona que las comparte no es quien las obtuvo, prisión de uno a tres años y multa de 12 a 24 meses
Si se envían imágenes obtenidas con autorización, pero sin consentimiento, la pena es de tres meses a un año de prisión o multa de seis a doce meses
Cómo proteger la privacidad de las imágenes íntimas
Los expertos de Kaspersky recomiendan seguir una serie de consejos para estar seguro:
Piensa antes de publicar. Hay que ser consciente de con quién compartes tus datos y cuándo. Valora cómo pueden interpretar y utilizar los demás el contenido que compartes online.
Comprende qué aplicaciones de mensajería son seguras y cuáles disponen de cifrado de extremo a extremo.
Comprueba siempre la configuración de permisos de las aplicaciones que utilizas, para minimizar la probabilidad de que tus datos sean compartidos o almacenados por terceros —y más allá— sin tu conocimiento.
Utiliza una solución de seguridad fiable para generar y proteger contraseñas únicas para cada cuenta; intenta no reutilizar la misma.
Utiliza StopNCII, una herramienta online y disponible a nivel global para ayudar a proteger imágenes íntimas de ser compartidas en línea a través de algunas de las plataformas más utilizadas en todo el mundo.
Si crees que eres víctima de un abuso de imágenes íntimas (AII), guarda pruebas y denúncialo a la Policía y a las plataformas en las que creas que están disponibles tus datos.
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