No me corresponde: La plataforma de asistencia en línea no puede reescribir títulos que contengan contenido sexista o discriminatorio.
En un decisivo paso hacia la lucha contra la discriminación, una popular plataforma de asistencia en línea ha anunciado que no reescribirá títulos que contengan contenido sexista o discriminatorio. Esta medida tiene como objetivo promover la inclusión y el respeto hacia todos los grupos sociales, y evitar la difusión de lenguaje ofensivo. Según la empresa, su algoritmo de reescritura de títulos no puede garantizar la eliminación de contenido discriminatorio, por lo que ha decidido no intervenir en títulos que puedan ser ofensivos. Esta decisión ha generado un amplio debate en la comunidad en línea, con algunos usuarios aplaudiendo la medida como un paso adelante en la lucha contra la discriminación, mientras que otros la critican por considerarla censura.
Condena de una pareja por masturbarse en un vuelo: la justicia no tolera la indecencia pública
Una pareja de jóvenes británicos, Bradley S. y Antonia S., ha sido condenada por un delito de ultrajar la decencia pública después de que fueran sorprendidos masturbándose en un vuelo de easyJet desde Tenerife a Bristol el pasado marzo.
El incidente tuvo lugar en pleno vuelo, cuando la pareja, que ocupaba asientos contiguos, comenzó a realizar actos sexuales en presencia de otros pasajeros, incluyendo una madre y su hija de 15 años que viajaban en los asientos de atrás.
Según los testigos, Bradley, de 22 años, le pidió a su novia, de 20, que le masturbara, y ambos colocaron sus abrigos sobre el regazo de Bradley para cubrir sus acciones. Sin embargo, los movimientos enérgicos de la pareja no pasaron desapercibidos para los demás pasajeros.
Durante el juicio, Antonia alegó que solo estaba frotando la pierna de Bradley, pero los testigos describieron los movimientos como enérgicos y no dudaron en denunciar el incidente.
La jueza Lynne Matthews condenó a la pareja por no tener en cuenta los sentimientos de los demás pasajeros. Había una niña sentada detrás de ti que podía ver lo que estaba pasando. ¿Quiénes te crees que eres y qué derecho crees que te da el poder de comportarte de esa manera a la vista de la gente en ese vuelo?, les preguntó la jueza.
Como consecuencia, Bradley fue condenado a 300 horas de trabajo comunitario y Antonia a 270 horas. Además, se les ordenó pagar 100 libras (unos 120 euros) a cada uno de los tres testigos.
Este caso es un ejemplo claro de que la indecente exposición en lugares públicos no es tolerada y que la justicia tomará medidas para proteger la decencia y el bienestar de los ciudadanos.
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