No solo Madrid y Barcelona: la lucha por comprar una vivienda es un desafío en seis capitales de provincia, donde el esfuerzo supera el 50% de la rent

No solo Madrid y Barcelona: la lucha por comprar una vivienda es un desafío en seis capitales de provincia, donde el esfuerzo supera el 50% de la renta media.

La adquisición de una vivienda es un objetivo cada vez más lejano para muchos españoles, especialmente en las capitales de provincia. Lejos de ser un problema exclusivo de las dos grandes urbes del país, Madrid y Barcelona, la lucha por comprar una vivienda se ha convertido en un desafío para miles de personas en otras seis capitales de provincia. En estas localidades, el esfuerzo que se requiere para acceder a una vivienda supera el 50% de la renta media, lo que hace que la situación sea especialmente complicada para aquellos que buscan independizarse o mejorar su situación habitacional.

La lucha por comprar una vivienda: seis capitales de provincia donde el esfuerzo supera el 50% de la renta media

Comprar una vivienda resulta prohibitivo en muchos puntos del país. El esfuerzo que supone esta fórmula de alojamiento sobre la renta de un hogar medio supera el 50% en grandes ciudades como Madrid, Barcelona y otras cuatro capitales de provincia.

Según los datos trimestrales publicados por Tinsa, entre julio y septiembre, el precio de la vivienda ha subido un 1,3% con respecto al trimestre anterior, pagándose el metro cuadrado a 1.804 euros de media. El alza es más pronunciada si se compara con la situación de hace un año. Desde el tercer trimestre de 2023, la vivienda se ha encarecido un 3,1%, pese a la entrada en vigor hace precisamente un año de la ley de vivienda.

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En Valencia o Sevilla, por ejemplo, un hogar medio ha de dedicar respectivamente el 41,7% y 45% de su renta para pagar las primeras cuotas de una hipoteca. Según los datos de la tasadora, un hogar medio en España tiene que destinar el 34,9% de su renta para poder pagar la primera mensualidad de una hipoteca con los precios que actualmente registra el mercado.

El importe medio de las nuevas hipotecas se sitúa en 140.837 euros, con una cuota media de 712 euros al mes. Este gasto supone un importante esfuerzo para muchas familias.

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No obstante, al acercar la lupa sobre el territorio, en 17 capitales de provincia se supera el umbral razonable del 35%. Es el caso de Alicante, Salamanca, Segovia, Sevilla, Coruña, Pamplona, Granada, Valencia, Santander y Bilbao, donde el esfuerzo teórico se sitúa entre el 35% y el 50% de la renta de un hogar medio.

La situación es muy dispar con respecto a otras zonas del interior, como Cáceres, Jaén, Ciudad Real o Lleida, donde el porcentaje necesario para pagar una primera cuota hipotecaria no llega al 30% de la renta de un hogar medio.

El acceso a la compra de una vivienda es aún más costoso en Madrid, Málaga y San Sebastián, donde el pago de la primera cuota hipotecaria se 'come' respectivamente el 51,6%, 54,6% y 56,1% de la renta de una familia promedio.

La situación más crítica se da en Cádiz, Palma de Mallorca y Barcelona, con esfuerzos teóricos de entre un 57,3% y un 58,5%. De este modo, la Ciudad Condal encabeza el ranking pese a ubicarse en la única comunidad que ha declarado en su territorio zonas tensionadas, una de las medidas estrella de la ley de vivienda para tratar de amortiguar los precios.

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El euríbor cae en septiembre por debajo del 3% por primera vez en casi dos años y deja rebajas en la hipoteca media de 1.200 euros. En estos puntos la compra de una vivienda está solo al alcance de unos pocos. La recuperación de parte del poder adquisitivo perdido gracias a la contención de los precios y a la subida de los salarios y la mejora de las condiciones de financiación ofertadas por las entidades bancarias -como consecuencia de la desescalada del euríbor y la bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo- no han logrado situar todavía este indicador de esfuerzo en unos niveles asequibles.

Aunque la gradual reducción del coste de las hipotecas y, especialmente, el restablecimiento del poder adquisitivo de los hogares tras el episodio inflacionista contribuyen a la reducción de la tasa de esfuerzo de compra, la escasez de oferta en esas zonas requerirá tiempo para subsanarse, señala la directora del Servicio de Estudios de Tinsa.

20 años de sueldo en Baleares

En esa misma línea, también el Informe de Tendencias del Sector Inmobiliario publicado este lunes por la tasadora Sociedad de Tasación apunta a un ligero descenso a lo largo del último año en el esfuerzo requerido para comprar una vivienda, aunque el alivio es todavía insuficiente para hacer posible un acceso asequible. Este estudio refleja que el número de años de sueldo íntegro que un ciudadano medio necesita destinar para la compra de una vivienda ha descendido un 2,6% en el último año, pero se sitúa todavía en 7,4 años al cierre del tercer trimestre.

Por comunidades autónomas, este indicador se dispara en Baleares, donde se requieren de media 19,7 años de sueldo para pagar un piso, más del doble que la media nacional. Siguen al archipiélago Madrid y Cataluña, donde son necesarios 9,2 y 8,4 años respectivamente. También en Canarias, Galicia, País Vasco y Andalucía se superan los siete años.

Estas marcas difieren significativamente de los apenas cinco años requeridos en Castilla-La Mancha y Murcia, que son las comunidades donde menos costoso resulta el acceso a una vivienda en propiedad.

Según las previsiones de Sociedad de Tasación, no se vislumbra en el horizonte una bajada de precios en el mercado inmobiliario. La tasadora espera que la vivienda cierre el año con un encarecimiento interanual del 3,6%, en la línea del alza observado ya en el tercer trimestre. El metro cuadrado en España llegaría a pagarse así a 1.918 euros de media.