El Pilates En Pared: Una Modalidad De Bajo Impacto Con Numerosas Ventajas
Los deportes de bajo impacto como el denominado 'pilates en pared' están de moda en España. ¿La razón? Que ayuda a no agravar las lesiones y, sobre todo, a no generar otras nuevas. Además, los ejercicios de bajo impacto como el que nos ocupa también ayudan a desarrollar masa muscular, algo que va disminuyendo con la edad.
¿Qué Es El Pilates En Pared?
El pilates en pared es una modalidad de pilates que utiliza una pared como punto de apoyo. Según María Velasco, instructora de pilates, yoga y barre, el pilates en pared es especialmente sencillo de llevar a cabo porque realmente lo único que necesitas es una pared y un yoga mat o cualquier tipo de esterilla deportiva.
Beneficios Del Pilates En Pared
El pilates en pared fortalece y tonifica la musculatura de la espalda, lo que es clave en la sociedad actual donde pasamos muchas horas delante del ordenador y la curva natural de nuestra espalda tiende a adoptar 'vicios' que a la larga se van a convertir casi seguro en lesiones.
Además, el pilates en pared contribuye a:
- Fortalecer la espalda de menos a más, evitando malas posturas y lesiones.
- Ayudar a mantener un peso saludable, puesto que pone en funcionamiento gran cantidad de músculos.
- Ser accesible para todas las capacidades y objetivos.
- Proteger la espalda y evitar lesiones.
Ejercicios Para Practicar Pilates En Pared
María Velasco resume tres movimientos imprescindibles de esta disciplina de pilates:
1. Los Cien
Túmbate boca arriba. Levanta las piernas y coloca ambos pies en la pared (las rodillas dobladas para que las piernas formen un ángulo recto). Inclina la cabeza hacia arriba, estirando los brazos a lo largo del cuerpo, con las palmas hacia abajo. Mueve los brazos hacia arriba y hacia abajo, mientras inhalas cinco veces (con las palmas hacia abajo) y exhalas cinco veces (con las palmas hacia arriba). Repite este patrón de respiración 10 veces mientras mantienes la posición, cambiando la dirección de las palmas cada cinco bombeos.
2. Puente De Glúteos
Túmbate boca arriba, con el glúteo a unos centímetros de la pared. Acerca ambos pies a la pared, con las rodillas flexionadas. Lentamente, levanta los glúteos de la esterilla y extiende las caderas, de modo que ahora estés en equilibrio sobre la parte superior de la espalda. Y si puedes, sobre tus hombros. Aprieta los glúteos durante cinco segundos. Vuelve a bajar lentamente a la esterilla.
3. Plancha
Ponte en una cuadrupedia (cuatro patas). Levanta la pierna derecha, con el pie apoyado en la pared (asegúrate de que la pierna está al mismo nivel que el suelo. Lleva tu peso a las manos en esa pierna derecha antes de levantar también el pie izquierdo hacia la pared. Estira el tronco y comprueba que los brazos están debajo de los hombros y las piernas paralelas al suelo. Imagina que tienes una famosa moneda entre los glúteos: mantén los glúteos y los muslos contraídos para evitar que caiga la moneda.
Recuerda proteger tu lumbar metiendo el ombligo hacia dentro. Así evitarás que se te hunda la parte baja de la espalda y harás trabajar los abdominales. Respira.
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