Pintura, tarta, sopa, harina... los ataques al arte en defensa del medio ambiente

Pintura, tarta, sopa, harina. los ataques al arte en defensa del medio ambiente

En una serie de acciones llamativas y controvertidas, activistas y artistas están llevando a cabo ataques simbólicos contra obras de arte y objetos culturales para concienciar sobre la urgente crisis climática y la necesidad de acciones drásticas para proteger el medio ambiente. Desde la sopa de tomate que manchó la Venus del espejo de Diego Velázquez en el Museo Nacional de Londres, hasta la tarta que se estrelló contra el Jardín de las delicias de Hieronymus Bosch en el Museo del Prado, estos actos de protesta buscan llamar la atención sobre la responsabilidad del ser humano en la degradación del planeta.

Pintura, tarta, sopa, harina: los ataques al arte en defensa del medio ambiente

Activistas medioambientales han llevado a cabo una serie de acciones disruptivas en museos y galerías de Europa para denunciar la crisis climática y exigir acción urgente.

Activistas manchan cuadros famosos en Europa para denunciar la crisis climática

Desde hace unos meses, obras maestras de la pintura como La Gioconda de Leonardo da Vinci, La primavera de Sandro Botticelli, El Sembrador de Vincent Van Gogh, y Muerte y vida de Gustav Klimt, entre otras, han sido objeto de ataques con pintura, tarta, sopa y harina.

Lanzan sopa y puré sobre obras maestras para llamar atención sobre el cambio climático

Los activistas, pertenecientes a grupos como Futuro Vegetal, Ultima Generazione, Just Stop Oil, y Extinction Rebellion, buscan llamar la atención sobre la emergencia ecológica y la necesidad de acción urgente para frenar el cambio climático.

Actos disruptivos en museos y galerías para sensibilizar sobre la emergencia ecológica

Los ataques no se han limitado a los cuadros, también se han visto afectados coches decorados, como el BMW M1 pintado por Andy Warhol, y edificios, como la casa del futbolista Lionel Messi en Ibiza.

Ecologistas arrojan pintura y harina en obras de arte para exigir acción climática

Los activistas argumentan que es necesario tomar medidas drásticas para llamar la atención sobre la gravedad de la situación y exigir a los gobiernos que tomen medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el cambio climático.

Ataques a cuadros y coches decorados: la lucha por el medio ambiente se vuelve artística

La lucha por el medio ambiente se ha convertido en una forma de arte, con activistas que utilizan métodos creativos y disruptivos para llamar la atención sobre la emergencia ecológica.

Entre los ataques más destacados se encuentran:

• La Gioconda, de Leonardo da Vinci, manchada con tarta en el Louvre de París.
• La primavera, de Sandro Botticelli, con las manos pegadas a la pintura en la Galería de los Uffizi de Florencia.
• El Sembrador, de Vincent Van Gogh, con puré de verduras lanzado sobre la pintura en el museo del Palacio Bonaparte de Roma.
• Muerte y vida, de Gustav Klimt, con petróleo lanzado sobre la pintura en el museo Leopold de Viena.
• Latas de sopa Campbell, de Andy Warhol, con activistas pegadas a la pintura en la Galería Nacional de Canberra.
• Masacre en Corea, de Pablo Picasso, con activistas pegadas a la pintura en un museo de Melbourne.
• Los girasoles, de Vincent Van Gogh, con sopa lanzada sobre la pintura en la Galería Nacional de Londres.
• Los pajares, de Claude Monet, con puré de patatas lanzado sobre la pintura en el Museo Barberini de Potsdam.
• La joven de la perla, de Johannes Vermeer, con salsa de tomate lanzada cerca de la pintura en el museo Mauritshuis de La Haya.
• La maja desnuda y La maja vestida, de Francisco de Goya, con activistas pegadas a los marcos de las pinturas en el Museo del Prado de Madrid.
• La Venus del Espejo, de Diego de Velázquez, con activistas que utilizaron martillos de seguridad para romper el cristal en la National Gallery de Londres.
• Campo de amapolas, de Claude Monet, con un activista que pegó un cartel sobre la pintura en el Museo de Orsay.

Estos ataques han generado debate y controversia en el mundo del arte y la política, pero los activistas siguen insistiendo en que es necesario tomar medidas drásticas para llamar la atención sobre la emergencia ecológica.