¿Por qué algunos conductor siguen abrochándose los cinturones aunque no haya nadie detrás? ¿Qué factor determina esta costumbre segura?

¿Por qué algunos conductor siguen abrochándose los cinturones aunque no haya nadie detrás? ¿Qué factor determina esta costumbre segura?

La costumbre de abrocharse el cinturón de seguridad es una práctica común y recomendada para todos los conductores y pasajeros de vehículos. Sin embargo, algunos conductores siguen abrochándose los cinturones incluso cuando no hay nadie detrás de ellos, lo que puede parecer una acción innecesaria. Pero, ¿qué factor determina esta costumbre segura? ¿Es una cuestión de hábito, educación vial o algo más profundo? En este artículo, exploraremos las posibles razones detrás de esta conducta y descubriremos qué factores influyen en esta decisión.

El cinturón de seguridad, una medida de seguridad que no solo protege a los pasajeros, sino también a los objetos en el asiento trasero

El cinturón de seguridad es uno de los elementos fundamentales en lo que a seguridad vial se refiere. De hecho, es el que ayuda a salvar miles de vidas en España. Es obligatorio llevarlo siempre abrochado mientras se está de viaje en el coche, aunque existen algunas excepciones. No obstante, la DGT incluso recomienda llevarlo anclado cuando no hay pasajeros en los asientos traseros del vehículo.

¿Por qué algunos conductores siguen abrochándose los cinturones aunque nadie esté detrás? La respuesta está en el 'efecto elefante', un fenómeno que se produce cuando hay un fuerte impacto en un accidente automovilístico, ya sea contra otro vehículo o contra otra cosa (como los guardarraíles). La fuerza del choque hace que la masa de las personas y objetos que viajan en los asientos traseros se multiplique exponencialmente.

Por ejemplo, alguien que pese 75 kilogramos pasará a tener un peso equivalente a más de 4 toneladas si se produce un impacto a 60 kilómetros por hora, por lo que si no lleva puesto el cinturón de seguridad, saldrá despedida hacia delante y podría causar lesiones de extrema gravedad (e incluso la muerte) a los pasajeros que viajen en los asientos delanteros.

El 'efecto elefante' y los cinturones de seguridad

Tanto los pasajeros como los objetos deben ir correctamente sujetos. Por ello, es fundamental que cualquier objeto que vaya en los asientos traseros, por muy liviano que sea, esté bien sujeto. De ahí que la DGT recomiende abrochar los cinturones de seguridad aunque no viaje nadie: su cometido es anclar bien la carga de los asientos traseros para evitar que salga despedida hacia la parte delantera y pueda causar daños mayores si se produce un accidente.

Colocar la carga de manera correcta es fundamental para evitar más posibles peligros. Para ello, hay una serie de trucos:

• Distribuir de manera correcta la carga, con el equipaje más pesado al fondo del maletero para evitar que se conviertan en proyectiles aún más peligrosos.
• Llevar las bicicletas y objetos de ese tipo bien anclados a los agarraderos destinados a ello.
• Proteger bien los objetos frágiles que se puedan hacer añicos durante todo el trayecto.