Putin traza una nueva frontera y aumenta la tensión sobre el uso de armas nucleares: sus partidarios ya se preparan para lo peor

Putin traza una nueva frontera y aumenta la tensión sobre el uso de armas nucleares: sus partidarios ya se preparan para lo peor

En un giro inesperado, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado la creación de una nueva frontera en el este de Ucrania, lo que ha generado una ola de tensión en la región. Esta medida ha sido vista como una provocación hacia Occidente y ha llevado a expertos y analistas a alertar sobre el riesgo de un conflicto nuclear. Los partidarios de Putin ya se están preparando para lo peor, mientras que la comunidad internacional se muestra preocupada por las implicaciones de esta decisión en la estabilidad global.

Putin traza nueva línea roja en Ucrania: 'La paciencia tiene un límite' y advierte de consecuencias nucleares

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha marcado una nueva línea roja en la situación en Ucrania, advirtiendo que el empleo de misiles de largo alcance contra su territorio desde Ucrania supondría la guerra con la OTAN. Según el Kremlin, Rusia ha sido paciente hasta ahora, pero toda paciencia tiene un límite.

La amenaza nuclear

Dmitri Medvédev, expresidente y número dos en el Consejo de Seguridad de Rusia, escribió en su canal de Telegram que una respuesta nuclear es una decisión extremadamente compleja con consecuencias irreversibles. Sin embargo, Rusia advierte que no descartará el uso de armas nucleares si se viola su nueva línea roja en Ucrania.

La OTAN en el punto de mira

Putin ha llevado meses repitiendo que Kiev no tiene la capacidad técnica para lanzar misiles de largo alcance contra objetivos en territorio ruso, y que necesita los datos de inteligencia de los satélites de Occidente para hacerlo. Según la argumentación del Kremlin, EE UU y el Reino Unido no barajan dar luz verde a Kiev, sino que se estarían planteando participar directamente en el conflicto.

El presidente ruso advirtió que eso significaría que los países de la OTAN, EE UU y los países europeos, están en guerra con Rusia.

La reacción de Occidente

El presidente de EE UU, Joe Biden, aplazó la decisión sobre si dar luz verde a Kiev para lanzar misiles de largo alcance contra objetivos en territorio ruso, pese a la insistencia de su colega ucraniano, Volodimir Zelenski.

Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, subrayó que las potencias occidentales tienen una convicción genética de que nadie les tocará y tachó de peligroso que EE UU y sus aliados estén renunciando a la disuasión mutua, la garantía de la estabilidad estratégica.

Las variantes del Kremlin

Antes de los misiles de largo alcance, el Kremlin ya marcó líneas rojas como los ataques contra Crimea; el puente que une la anexionada península con el continente; las regiones fronterizas y las zonas alejadas del frente, como Moscú o San Petersburgo.

Sin embargo, los ucranianos atacaron Crimea, golpearon con drones la Rusia profunda —incluso alcanzaron el Kremlin— y protagonizan actualmente en la región de Kursk la primera incursión fronteriza desde que los nazis invadieran la URSS en 1941.

La respuesta de Putin

Putin ha dicho que si Occidente no respeta sus líneas rojas, él hará lo mismo con respecto a ellos. Aseguró que la misma campaña militar es la mayor de las respuestas, a lo que sumó los ataques contra la infraestructura energética del país vecino.

En mayo pasado, ya amenazó a Europa con graves consecuencias en caso de que los países de la OTAN permitieran el uso de armamento occidental contra objetivos en Rusia.

Los halcones rusos

Los halcones como Medvédev van más allá que Putin. El sábado subrayó que, por ejemplo, en la misma Kursk ya se dan las condiciones formales para el uso de armas nucleares.

El Ministerio de Exteriores considera que, en realidad, la carta blanca ya está concedida a Kiev. Serguei Riabkov, viceministro de Exteriores, dijo que estamos preparados para todo y reaccionaremos de tal forma que sabrán lo que vale un peine.

Viacheslav Volodin, presidente de la Duma o cámara de diputados, aseguró que las consultas entre Washington y Londres no son otra cosa que un intento de camuflar y ocultar su participación directa en las acciones militares y que solo buscan una excusa para cometer un acto de agresión con misiles contra Rusia.

Serguei Karaganov, un conocido politólogo cercano a Putin, pidió esta semana una nueva doctrina nuclear que aumente los casos en los que Moscú puede recurrir a su arsenal estratégico.